“La práctica colombiana de arbitraje internacional tiene una oferta de primera calidad”
Tim Girven, senior editor para las Américas de The Legal 500, resaltó el capital humano de las firmas de abogados colombianas
01 de febrero de 2025
A mediados de enero, The Legal 500, uno de los directorios jurídicos más importantes del mundo, dio a conocer los ganadores de sus premios en 20 áreas de prácticas, un listado que integran las firmas y abogados más destacados de cada año.
Tim Girven, senior editor para las Américas de The Legal 500, habló sobre el mercado legal colombiano, sus fortalezas y los puntos que, desde su perspectiva, puede mejorar.
¿Qué opina del mercado jurídico colombiano? ¿Somos competitivos en la región y frente a otros países del mundo?
Primero, simplemente tenemos que tomar en cuenta lo que el mercado legal colombiano trae al país. Según un reportaje de la Cámara de Servicios Legales de la Andi, el sector está compuesto de unas 865 firmas, con un apoyo nada insignificante al PIB nacional.
Con esto dicho, de la misma forma en que no hay sectores menos competitivos en el mercado colombiano, tampoco hay mercados dentro la región que no son disputados duramente, al menos en los mercados de relevancia; simplemente no es la naturaleza de los mercados legales.

Con esto dicho, es un mercado que sigue creciendo en términos de su profesionalización, sofisticación e institucionalidad; claro que sí quedan temas que siguen siendo de preocupación, como asuntos de género y cómo son tratadas las mujeres, especialmente cuando son asociadas, pero, y digo esto sin menos preciarlo, esto es un tema que simplemente refleja los perjuicios en la sociedad de manera más amplia. Es un lastre y una lástima, dado que lo aportado por mujeres, tanto en la sociedad como en esta profesión, es tan fundamental que casi pasa desapercibido.
¿En qué prácticas ve a nuestro país como potencia? ¿Cuáles son los elementos que nos hacen fuertes?
Dado que la naturaleza de la profesión es que uno sea titulado por jurisdicción, es difícil hablar de un país como potencia frente a otros, generalmente no compiten entre sí de esta manera.
Sin embargo, quizás señalaré al sector de arbitraje internacional y cómo se va desarrollando la oferta profesional en este momento; por un lado, hay la capacidad extraordinaria de los boutiques especializados cómo Rincón Castro o Adell & Merizalde, con su visión profundamente internacional.

También el profundo grado de conocimiento al respecto que ha estado acumulado en las firmas ‘full service’,como Posse Herrera Ruiz o Baker McKenzie, y también la presencia de árbitros eminentes, cómo Eduardo Zuleta. No hay duda que es un sector en que el país tiene una oferta de primera calidad.
¿Cuál cree que es la mayor fortaleza de la industria jurídica en nuestro país?
Irónicamente, dado que estoy tan convencido del valor del proceso de institucionalización de las firmas legales, creo que la mayor fortaleza del mercado colombiano son sus individuos y su voluntad de aprender, crecer y ser mejores profesionales, tanto en la práctica privada como in-house, y en el sector público.
Esto me da una confianza en que, a pesar del paso equivocado ocasional, el rumbo del desarrollo del mercado se sigue moviendo en la dirección correcta. Esto, además, está respaldado por una calidad de entrenamiento y educación legal de primera clase; las principales escuelas de derecho colombiano deberían ser un punto de orgullo del país.

¿Qué aspectos puede mejorar el mercado legal colombiano?
Como cualquier mercado en evolución constante, siempre hay cosas para atender, es decir, dirigir una firma legal es un proceso de afinación que nunca para. Por esto mi énfasis general en el proceso de institucionalización de las firmas; ¿por qué? Porque entre más institucionalizada y transparente sea una firma, habrá una mejor probabilidad que ofrezca igualdad de condiciones para que el talento joven pueda realmente desarrollar sus capacidades y que el talento más experimentado tenga la plataforma necesaria para participar en los asuntos mas relevantes de la plaza.
Por otro lado, dado el nivel de educación promedio de los abogados corporativos en Colombia, me gustaría ver la profesión dejar de reflejar los límites en términos del trato de mujeres (e incluso otras ‘minorías’), para tomar un papel de liderazgo al respeto; ¿si no hoy, cuando?, ¿si no ustedes, quienes?
¿Cómo ha ido evolucionando a través del tiempo la guía de The Legal 500?
Cuando empezábamos con la primera edición en 2012, cubríamos una docena de áreas de práctica y ranqueábamos aproximadamente 40 firmas; hoy en día hay dos secciones ‘City Focus’, cubriendo Cali y Medellín, junto con 19 áreas de práctica informando sobre más de 150 firmas. Es decir, la evolución ha sido mutua, con nuestro entendimiento del mercado y su segmentación, creciendo en paralelo a la profundización y sofisticación del mercado local.

¿Cómo fue la experiencia de los premios que se entregaron en Bogotá?
De verdad creo que las firmas participantes son las mejores de comentar al respecto, dado que nuestras preocupaciones se centraban en asegurar que todo saliera bien; pero sí puedo comentar que, si hace un año (la primera edición) había unas dudas respeto al evento, esta vez estuvo absolutamente lleno, incluso ¡tuvimos problemas en encontrar una silla para un invitado particular!
De las prácticas que miden, ¿cuál cree que es la más competida en nuestro país?
En mi experiencia, realmente no es un caso que un área sea más competitiva que otra. La naturaleza del mercado legal, y la manera en que los recursos y enfoques fluyen de un área a otra, según sea más activo en el momento dado, significa que no hay sectores que son menos disputados. En tanto de los premios, es un caso similar: salvo con casos inusuales cuando hay alguien, por algún tema o cliente, que realmente sobresale momentáneamente, llegar a la decisión de quien gana es siempre complicado y requiere bastante tiempo.

¿Algún abogado o firma que quiera resaltar de la reciente entrega de los premios?
No creo que sea justo de resaltar solamente una firma o incluso individuo, dado que hay tantos grandes profesionales y firmas que en su manera tienen algo adicional que traen al mercado.
Si tenía que nombrar una persona, este año nombraría el ganador de nuestro premio ‘Senior Partner of the Year’, Juan Carlos Esguerra;como comenté durante el evento, lo suyo es toda una carrera dedicada a la profesión; más de cuatro décadas, no solo en la práctica privada si no en varios puestos en el sector público y también más de 30 años como Decano de la escuela de derecho de la Universidad Javeriana; simplemente dicho, su carrera es un logro profesional de primera clase en todo sentido; además de lo cual, acaba de lograr una fusión por su firma que asegura de manera relevante el futuro de la entidad que él había fundado y construido.
En tanto de firmas, mencioné un par de boutiques anteriormente, por lo cual acá me limito a mencionar, por un lado, Brigard Urrutia, la cual, tras 90 años en el mercado, mantiene su liderazgo que también ha seguido afinando su institucionalización; y por el otro, la oficina colombiana de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, que, tras su existencia como firma independiente, está celebrando 10 años como una oficina de la única verdadera entidad regional, lo cual es un experimento efectivamente sin precedentes (dado su grado de integración transnacional).
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