Esto es lo que debe saber de la cuota alimentaria en Colombia para este nuevo año

En Colombia, la cuota alimentaria mensual es una obligación legal para los padres que no tienen la custodia de sus hijos tras una separación. Este aporte tiene como finalidad garantizar el bienestar integral de los menores e incluye gastos esenciales como alimentación, educación, salud, vestimenta y recreación, entre otros.

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Aunque no existe una cifra mínima establecida por la ley, el cálculo parte de la presunción de que el obligado cuenta con ingresos equivalentes al salario mínimo legal mensual vigente (Smlmv) del año en curso.

El monto de esta cuota varía según lo determinado en un acuerdo de conciliación o por la autoridad competente, como un juez de familia, la Comisaría de Familia o el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).

Su ajuste anual se basa en el incremento del salario mínimo y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año anterior, factores que garantizan que las cuotas se adapten a las condiciones económicas del país.

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Para 2025, el salario mínimo en Colombia se fijó en $1.423.500 pesos. Esto implica que el límite máximo que un padre o madre podría destinar a la cuota alimentaria es de 50% de su salario, es decir, $711.750, aunque esta cifra puede variar dependiendo de circunstancias específicas como las necesidades del menor o la capacidad económica del responsable.

La cuota alimentaria abarca todo lo necesario para el desarrollo integral del menor, incluyendo sustento, vivienda, educación, atención médica y esparcimiento.

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Además, en caso de que la madre esté en embarazo, el padre tiene la obligación de cubrir los gastos relacionados con este proceso y el parto, siempre que haya reconocido la paternidad. Este compromiso legal busca proteger los derechos de los niños y adolescentes en todas las etapas de su crecimiento.

En ciertos casos, los padres pueden solicitar una modificación en la cuota fijada si cambian las condiciones económicas o las necesidades del menor. Por ejemplo, un aumento podría justificarse si surgen gastos educativos adicionales o si el ingreso del responsable de la cuota mejora sustancialmente.