¿Hay un vacío legal frente a la Inteligencia Artificial? Esto dicen los expertos

Ante la expansión vertiginosa de la Inteligencia Artificial y su uso cada vez más extendido por personas y empresas, han surgido varias preguntas que representan desafíos directos para el Derecho ¿Quién es el responsable en caso de que una IA cause perjuicios a una persona? ¿Quién es el propietario intelectual de las obras de arte que puede crear la IA? ¿Cuáles son los límites para el uso de datos de usuarios recopilados por esta tecnología?

Ante estas cuestiones, se consultó a varios abogados que vienen estudiando a profundidad el tema.

Según Arean Velasco, socio y encargado de temas de ciberseguridad en la firma Velasco & Calle D’Aleman, Colombia no cuenta aún con una regulación para el uso de esta tecnología. “Creo que ningún país en el mundo ha regulado por completo el tema, lo cual representa un desafío global. Lo que tenemos en Colombia es un conjunto de normas que según el impacto de la IA encuentran respuestas a situaciones particulares”, dijo.

Aunque no hay un esquema estandarizado, el país sí tiene una política pública que representa un primer paso hacia esa regulación. “Si bien, como política pública, no es una norma, sí marca un derrotero de hacia dónde quiere ir Colombia con el tema. El Derecho tiene herramientas que permiten aportar a la construcción de escenarios de uso de la IA”, aclaró el abogado.

Para Felipe Abello, socio en Abello Abogados, firma que tiene el Derecho Digital entre sus áreas de práctica, sí existe un vacío jurídico en cuanto a la IA, que tiene varias aristas por resolver. “Una pregunta que siempre se relaciona con la IA es quién sería el autor de lo que ella haga. Hay una posición muy tradicional, que genera un vacío, en la que el autor sólo puede ser una persona natural. Otro punto de vista, que adoptan ciertos países, dice que el responsable sería la persona que le da los algoritmos. Pero hay una tercera posición más avanzada que establece que la IA es autor sin necesidad de encontrar a las personas que hay detrás de ella”, puntualizó Abello.

Según el jurista, si bien no se pueden otorgar aún derechos de autor a la IA, es importante que haya una transparencia por parte de las personas que se sirven de la tecnología. “Hay una responsabilidad de quien utiliza la IA de hacer un filtro de esa información y ser transparente, especificando cuándo y qué se usó de ella”, agregó.

Elkin Sanabria, socio de Sanamont, firma especializada en Derecho Digital, afirmó que uno de los aspectos que más urgentemente se deben regular es la protección de datos. “La utilización de la IA implica el procesamiento de cantidades gigantescas de datos, incluidos datos personales sensibles y, en general, de todo tipo. Es necesario fortalecer las leyes y regulaciones existentes para garantizar la protección adecuada de los datos y obligar a los desarrolladores a tener políticas claras con el manejo de estos”.

En ese sentido, Sanabria concluyó que “en un país como Colombia es muy importante mantener los datos seguros, pues casos de perfilamiento o segregación son muy peligrosos”.

Las firmas se sirven de la IA

Paradójicamente, aunque existe un vacío legal acerca de la Inteligencia Artificial, varias firmas la han ido incorporando a su trabajo cotidiano. Tareas repetitivas como revisión y lectura de documentos, que toman bastante tiempo a los abogados, pueden ser realizadas por la IA en sólo segundos. De igual forma, puede dar patrones de solución de problemas tras analizar grandes cantidades de información. También es tendencia que la tecnología realice algunas asesorías básicas a través de chat bots.