Los cinco integrantes del Gobierno Petro que han salido por escándalo de la Ungrd

El de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (Ungrd) es sin lugar a dudas el escándalo de corrupción más grande del gobierno de Gustavo Petro y uno de los más fuertes de los últimos años. Y es que lo que inició con la imagen de una flota de carrotanques en La Guajira a los que se les estaba acumulando el polvo y se les hundían las llantas en un parqueadero viejo, terminó en lo que estamos viviendo actualmente, que, por ahora, ha cobrado el puesto de cinco funcionarios de su gobierno: Ricardo Bonilla, Olmedo López, Sandra Ortiz, Sneyder Pinilla y Carlos Ramón González.

Todo comenzó, tras varios meses de especulaciones, sobre lo que sucedió con el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), entre ellos la compra de 40 carrotanques para La Guajira, con la imputación de la Fiscalía al exdirector de esa entidad Olmedo López; el exsubdirector, Sneyder Pinilla; y el contratista Luis Eduardo López Rosero como responsables, según el ente investigador, de cinco delitos: concierto para delinquir, peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos, falsedad ideológica en documento público y falsedad en documento privado.

Como si fuera poco, aparte que los cinco que salieron, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia abrió investigación formal contra cinco congresistas y un excongresista, que serán citados a diligencia de indagatoria, por el presunto delito de cohecho impropio.

La decisión de la Sala, relacionada con presuntos acuerdos ilegales sobre funciones propias de los miembros del Congreso de la República, así como con presuntas irregularidades en la aprobación de proyectos y eventuales contrataciones en la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres (Ungrd), concierne a los congresistas Liliana Esther Bitar Castilla, Juan Pablo Gallo Maya, Wadith Alberto Manzur Imbett, Julián Peinado Ramírez, Karen Astrith Manrique Olarte y al excongresista Juan Diego Muñoz Cabrera.

El último que salió del Gobierno, ayer, fue el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, a quien el Presidente le pidió su renuncia por su presunta vinculación con el escándalo por la entrega de cupos indicativos a congresistas, tras las declaraciones de su exasesora, María Alejandra Benavides. "Espero su renuncia, no porque crea que es culpable, sino porque lo quieren despedazar por ser leal al programa de gobierno y quieren derribar inconstitucionalmente este gobierno", señaló.

El 29 de febrero pasado, Olmedo López, el gran ejecutor de todo según evidencia, renunció a su cargo en la Ungrd. En su carta de renuncia dijo que lo que le jugó en contra fue su “falta de experiencia, pero comentó en su momento que no incurrió en ningún acto de corrupción".

“Tengo la plena certeza y la convicción de que demostraré con creces mi actuar transparente, en cada una de las acciones, quizás mi falta de experiencia en lo público fue mi gran debilidad, pero no así la capacidad de restablecer derechos a los damnificados y llevar esperanza de vida a los niños Wayuu, con el agua en la Guajira”, decía López en su renuncia.

El 6 de marzo pasado el turno de la renuncia fue para Sneyder Pinilla. Él dejó su cargo en medio de los graves cuestionamientos por las irregularidades con la adquisición de carrotanques para el abastecimiento de agua potable en La Guajira y otros territorios afectados por la falta del insumo vital.

Por su parte, el 6 de mayo, Sandra Ortiz, en ese comento consejera para las Regiones, dio un paso al costado, a pesar, como todos lo hacen, de insistir en su inocencia. En la carta, la funcionaria le agradeció al primer mandatario la "oportunidad invaluable" que le dio de se parte del equipo de gobierno. "Esta experiencia ha sido un periodo de constante aprendizaje y crecimiento, en el que he podido colaborar con nobles ideales a favor de Colombia", añadía Ortiz, que destacó el enfoque social de esa administración. "Sin embargo, quiero dejar clara mi lealtad y compromiso con la construcción de una Colombia mejor".

Y el 8 de agosto, Carlos Ramón González oficialmente dejó el gobierno de Gustavo Petro. Ese día, un jueves, se conoció el decreto con el que se aceptó oficialmente su renuncia como cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).

"Aceptar a partir de la fecha la renuncia presentada por el doctor Carlos Ramón González Merchán al empleo de director general del Departamento Administrativo-Dirección Nacional de Inteligencia", se leía en el decreto con el que se confirmó la salida de González del Ejecutivo.