La aplicación de tecnologías emergentes (TE) es cada vez más común e incluso su impulso proviene de los mismos gobiernos alrededor del mundo. En efecto, los reguladores están reconsiderando sus enfoques, adoptando modelos más agiles y colaborativos para enfrentar los desafíos planteados por las tecnologías emergentes y la cuarta Revolución Industrial.
Particularmente en Colombia, el Ministerio de Tecnologías de la Información ha publicado la “GUÍA DE REFERENCIA DE BLOCKCHAIN…”, a través de la cual se propone entregar unas herramientas e insumos a las entidades públicas para que puedan implementar blockchain en la transformación digital del Estado y permitir una mejor interacción entre los ciudadanos y los servicios a cargo de las autoridades.
Así, a partir de esta guía podemos advertir que la aplicación de esta tecnología es diversa dentro del sector estatal (sistemas de votación, registro de propiedad, educación, salud) teniendo en cuenta que el gobierno es un gran gestor de información en la sociedad.
Ahora bien, resulta importante tener en cuenta que el aparecimiento de nuevas tecnologías ha significado también cambios y retos a nivel regulatorio, por lo que la publicación de esta guía es un avance importante en este sentido. No obstante, sigue siendo una tarea difícil mantener un balance entre impulsar la innovación, y proteger a los consumidores o prever o controlar las posibles consecuencias de la aplicación de estas tecnologías.
A medida que las TE evolucionan, los gobiernos se ven desafiados cada vez más a crear o modificar regulaciones y a buscar estrategias para que se cumplan y sean comunicadas a los ciudadanos de manera eficiente. Por tanto, es clave que las normas regulatorias dejen de permanecer estáticas y se adapten a las circunstancias cambiantes económicas y sociales, sin embargo, ello no resulta fácil, teniendo en cuenta la existencia de riesgos que conllevan la protección de otros derechos igualmente importantes para la sociedad.
Bajo este contexto, encontramos que la Guía Blockchain publicada por el Ministerio TIC, hizo un esfuerzo por incluir algunos posibles riesgos y errores comunes asociados con el despliegue de tecnologías blockchain, tales como lo relacionado con la protección de datos personales, seguridad cibernética, controles financieros, el cumplimiento legal y regulatorio existente, entre otros. No obstante, se trata de una guía genérica, donde las entidades deberán trabajar con las partes interesadas internas para identificar y priorizar los riesgos que son importantes para su despliegue.
Es evidente, que el gobierno ha promovido la innovación tecnológica en el país, y que se está avanzando hacia la creación de regulaciones basadas en resultados. Esperamos que la implementación de tecnología Blockchain desde el sector público bajo esta guía sea exitosa y que se sigan expidiendo regulaciones que permitan equilibrar la protección de derechos de los ciudadanos y la innovación de manera efectiva.
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