Abogados en el fútbol

Hasta hace poco tiempo, las noticias sobre equipos de fútbol y procesos judiciales o arbitrales eran pocas, una demanda de un partido porque se inscribió un jugador que no tenía la edad reglamentaria, algún reclamo laboral tímido de un viejo trabajador que más que demandar, suplicaba que se le reliquidara su pensión y poco más. Para estos asuntos les bastaba a los equipos una persona que manejara algo de laboral y escribiera adecuadamente, nada más.

En la actualidad, cada vez aparecen más asuntos jurídicos relacionados con equipos de fútbol que requieren de personas especializadas en temas de derecho deportivo. No es suficiente tener el abogado “de toda la vida” para solucionar temas cada vez más complejos y que le cuestan, dinero, puntos y tribunas vacías.

FIFA modifica sus reglamentos prácticamente cada mes y a pesar de que la Federación Colombiana no haga nada, es necesario tener claros estos cambios para no tener problemas adicionales a los que la legislación y reglamentación colombiana ofrecen.

La semana pasada salió sentencia de casación en la que el club demandado ni siquiera contestó la demanda. Esa mentalidad que aún hoy en día algunos equipos mantienen de que lo jurídico no tiene por qué tocar al fútbol lo único que logra es que las condenas sean mayores. Cada vez hay más demandas en contra de los clubes y las defensas en muchos casos son bastante precarias.

En la Cámara de Resolución de Disputas de FIFA hay fallos contra clubes colombianos que indican y condenan varias prácticas laborales poco claras y abusivas para retener de manera fraudulenta a los jugadores. Desordenes en la tribuna, equipos que incumplen los reglamentos del campeonato y pierden partidos o demandas no atendidas hacen parte de las últimas novedades jurídicas en el fútbol en Colombia.

Un problema adicional de estos asuntos es que en el fútbol una demanda de poca monta como la última casación es de más de doscientos mil euros, que pasado a pesos es una cantidad importante y golpea sus precarias finanzas.

Las relaciones con los jugadores profesionales son complejas, si bien se trata de un contrato de trabajo no es cualquier contrato, hay que ser extremadamente cuidadoso en varios aspectos para que al final el club no salga mal en una demanda o reclamación.

A pesar de esto se siguen utilizando contratos redactados hace más de 15 años con cambios de fechas, nombres y cifras. Tienen temas tan absurdos como propiedad intelectual o más de cuarenta justas causas para dar por terminado el contrato de trabajo que nunca se van a utilizar y se pacta la ejecución de buena fe. ¿No será mejor hacer contratos a la medida de cada jugador para ajustarlos a las características propias de éstos?

Contratos con agentes, cesión de derechos de imagen, desalarización de algunas sumas y muchos otros asuntos hacen necesaria una persona especializada que cubra al club y que lo asesore más allá del derecho laboral. Aparecen temas comerciales, disciplinarios y asuntos dictados por FIFA o emanados de tutelas cada vez más numerosos y diversos.

En Europa y otros lugares los equipos tiene importantes departamentos jurídicos y se asesoran con abogados especializados en temas deportivos. Volviendo a la casación última, ¿no habría sido mejor para el equipo condenado contar con un buen asesor que lo asesorara antes de dar lugar al proceso?

Desde la decisión Bosman el fútbol lo están cambiando los abogados, es bueno para los equipos contar con alguno bueno para que el cambio no los atropelle.