Leyendo noticias sobre deporte y covid-19 encontré la siguiente información en la página de la BBC: “La dexametasona, un medicamento antiinflamatorio que se conoce desde la década de 1960, se convirtió esta semana en el primero en ser aprobado por autoridades médicas para tratar casos graves de covid-19.”
No es una página perdida en Internet que se inventa medicamentos milagrosos, para nada. La agencia de noticias más influyente indicó que la universidad de Oxford, una de las más prestigiosas del mundo investigó sobre el tema, lo que me permite pensar que se trata de una noticia seria y contrastada.
Partiendo de lo anterior, el nombre del medicamento me sonaba conocido y miré la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Anti Doping y apareció la dexametasona como una sustancia prohibida en competencia. Y vienen mis comentarios al respecto.
Es posible utilizar una sustancia prohibida en la lista siempre y cuando se tenga una Excepción de Uso Terapéutico (TUE), documento que tarda algún tiempo en conseguirse y requiere estudios que indiquen que es necesario para cuidar la salud del deportista. Volvamos al covid, un deportista con problemas por esta enfermedad que no dudaría en utilizar este medicamento automáticamente se estaría exponiendo a una sanción de cuatro años por presencia de una sustancia prohibida, pues, repito, se encuentra en la lista de sustancias prohibidas.
Hasta el momento Wada poco ha dicho sobre la situación actual de pandemia, que de manera directa afecta la salud de los deportistas. Apenas cuatro páginas en su sitio web indicando que todo seguirá más o menos de la misma forma; que las tomas de muestra se harán intentando no contagiar a los deportistas y que las excepciones de uso terapéutico se manejarán como si no hubiera covid e insinúan que no hay disculpa para negarse a cumplir con lo indicado por Wada aún sin protocolos bioseguridad.
No veo que la salud del deportista sea prioridad, las ligas europeas están jugando a ritmo de tres juegos por semana a más de 25 grados de temperatura y empiezan a lesionarse muchos jugadores por una entrenamiento inadecuado y por el ritmo intenso de los campeonatos. Seamos realistas, a Wada no le interesa la salud del deportista, no hay programas serios de educación y si muchas condenas de dopajes involuntarios por ingesta de suplementos contaminados.
Seguramente en unos meses caerán muchos deportistas sancionados. La situación atípica por la que estamos atravesando hace que todo sea nuevo, entrenamientos, lesiones, vuelta a la actividad y en general para el deportista todo ha sido prueba y error. ¿Habrá protocolos para recoger sangre y orina de manera segura para el deportista? De no cumplirse, ¿podrá válidamente un deportista negarse a entregar muestra y no ser considerado tramposo? Personalmente no he visto una verdadera intención de cuidar la salud de los deportistas y menos de parte de Wada, lo importante es volver a hacer negocio que luego veremos qué hacer con los problemas que vayan surgiendo.
Finalmente, y de acuerdo con lo que he escrito ¿qué sentido tiene hacer todo un protocolo como el que se maneja en Inglaterra si al final del partido los jugadores cambian camisetas? La situación actual tardará mucho en normalizarse y saldrán problemas de salud y aspectos de dopaje que estoy seguro irán en contra de los deportistas. Esperemos que Wada se pronuncie y de guías de cómo manejar de manera adecuada esta enfermedad y no tener problemas de dopaje que casi siempre terminan en sanciones largas e injustas.
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