Dejando a un lado a los dirigentes, con sus miserias y sus millones aparecen noticias y personas relacionadas con el fútbol que cuentan cómo es en realidad este deporte.
Hace unos días murió Umberto Eco, genial escritor y semiólogo que durante su larguísima trayectoria escribió sobre literatura, religión, historia y por supuesto fútbol.
Dijo sobre este deporte: “Yo no tengo nada contra el fútbol. No voy a los estadios por la misma razón que no iría a dormir por la noche a los pasos subterráneos de la Estación Central de Milán (o a pasear por Central Park, de Nueva York, pasadas las seis), pero, si se presenta la ocasión, veo un buen partido con interés y placer en la televisión porque aprecio los méritos de este noble deporte. Yo no odio el fútbol. Yo odio a sus fanáticos”. Muchos tenemos más o menos la misma visión, nos gusta el fútbol, verlo y jugarlo, no soportamos la histeria colectiva que llega a despertar.
Mucho menos amable fue Jorge Luis Borges que comentó: “El fútbol es popular porque la estupidez es popular”. Borges era uno de los pocos argentinos que ni hablaba ni por su puesto veía o mucho menos iba a un partido de futbol, no le fastidiaban los hinchas simplemente le parecía un juego estúpido.
Albert Camus, dicen algunos que un buen jugador, dijo “todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.”
El deporte en general y el fútbol han sido mirados con desdén por los intelectuales, hablan del tenis o del golf, pero este fantástico juego es considerado como “de brutos”. No ha sido igual en Estados Unidos donde se considera que la historia del siglo XX de ese país es la historia del Base Ball (o béisbol) y se comparó a Babe Ruth con la reina Isabel; es más, una pelea de boxeo (Alí Vs Foreman en Zaire) la convirtió Norman Mailer en un excelente libro.
Los escritores de lengua hispana han sido mucho más reticentes a escribir de fútbol, afortunadamente existen cada vez más, excelentes escritores que intentaron hablar, discutir y hasta escribir sobre futbol superando dicho prejuicio. Javier Marías tiene el libro de relatos Salvajes y Sentimentales, Antonio Skàrmeta escritor chileno es hincha oficial (supongo yo que de la odiosa barra brava, pero no lo sé) de la Universidad de Chile y no puede faltar en este breve catálogo el fantástico libro Fútbol a Sol y Sombra de Eduardo Galeano, quien de una manera deliciosa y muy personal narra numerosas historias sobre este deporte.
Otros deportes han empezado a ganar adeptos y, claro, escritores que narran, cuentan y comparten sus experiencias, entre estos últimos, la fiebre de correr, es narrada de gran forma por Haruki Murakami quien nos cuenta cómo y que ha corrido, y sobre todo qué siente al correr. Recomiendo, para los runners “De qué hablo cuando hablo de correr”, en el que, por ejemplo detalla su participación en la maratón de Grecia, denominada la original pues se desarrolla en el valle de Maratón donde Filípides recorrió por primera vez aquellos impresionantes 42 195 metros.
Esperemos que los grandes mandamases del fútbol hayan decidido bien y que sigamos disfrutando de ese maravilloso juego y de escritores que se lanzan a escribir sobre este.
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