Un poco más tarde, el Real Madrid, durante el largo período de Franco fue el equipo del poder, ganó todo, seguramente por la calidad de sus jugadores, especialmente Alfredo Di Stéfano pero siempre logró un empujón adicional por parte de las autoridades españolas que sin el mayor pudor lo defendían en contra de aquellos equipos con fuerte raigambre regional como el catalán Barcelona F.C y el vasco Athletic Club de Bilbao se dice que franco resumió su papel en el futbol español con la frase “En España no manda la Fifa. En España mando yo.”
Posteriormente, en África y especialmente en Latinoamérica las dictaduras acudieron al futbol para lavar su imagen, en los mundiales de 1970, 1974 y 1978 brasileros, chilenos y argentinos utilizaron de manera diversa sus selecciones llegando, en 1978 a obtener campeonato mundial de fútbol con clara injerencia del dictador Videla.
Los tiempos han cambiado, el futbol ya no es la vitrina de terribles dictadores, más bien es parte de la contienda política. No había de ser en otro sitio que en Brasil donde un presidente como Luiz Inacio Lula da Silva indicó que “Pelé fue el mejor jugador del mundo y también fue sustituido” para justificar un cambio ministerial.
En la actualidad, Mauricio Macri, segundo en las pasadas elecciones presidenciales argentinas tiene un pasado común a Silvio Berlusconi y Horacio Cartes y, por qué no, llegará a tener un futuro similar a estos dos personajes. En efecto estos tres dirigentes han sido presidentes y campeones de equipos de futbol en sus países antes de lograr, de manera democrática llegar a la presidencia de su país.
Berlusconi, ampliamente conocido por “su” AC Milán que en su momento tuvo, gracias los a tres fantásticos holandeses, (Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Marco Van Basten) el mejor equipo de los 90, Cartes con Libertad logró cuatros campeonatos paraguayos que si bien no llegan a compararse con los logros del Olimpia, tres veces campeón de copa libertadores, si logró sacar de la mediocridad a Libertad y luego ser presidente paraguayo. En Colombia el Boca “de Macri” es recordado por la participación de los no menos fantásticos Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez y Mauricio Serna que ganaron entre otros torneos dos copas libertadores y una intercontinental. Boca Juniors, el equipo más popular argentino seguramente tiene algo que ver con el repunte de este candidato argentino que seguramente llegará a la presidencia. La cantidad de personas que cautiva un club de fútbol son de gran interés para cualquier político, los seguidores de determinado equipo son totalmente irracionales, no tienen segmentación económica, de formación o de cualquier otra, son una masa enorme de personas dispuestas a seguir un color sin preguntar nada, esto es el electorado ideal de cualquier político.
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