Nacional Vs. Junior

La semana pasada, en el estadio de Medellín, en un partido de la liga colombiana, NUEVAMENTE se presentaron peleas, cada vez mas macabras, entre hinchadas. Esta vez fueron energúmenos de Nacional y de Junior, con nombres importados de argentina y cánticos alejados de nuestra música. Como dentro del imaginario de estos imbéciles está la de robar un pedazo de tela, los de Barranquilla no tuvieron mejor idea que hacer lo propio con una de Nacional. Las escenas posteriores fueron de terror, cuchillos, palos, heridos personas arrojadas desde las tribunas altas y recibidas con patadas. La logística y la policía fueron incapaces de controlar esta horda de vándalos (con perdón de los vándalos). El partido se suspendió pues, según el informe de la policía, había varios heridos. La situación fue tan caótica que fueron los jugadores del Junior los que tuvieron que rescatar a algunos de sus seguidores malheridos.

Poco tiempo después, se sancionó a Nacional, como organizador del partido con una multa importante, el cierre del estadio por varios partidos y, acá la sanción más dolorosa, la pérdida del partido, partido que estaba ganando tranquilamente 2-0. Tres puntos que a la hora de intentar ir acopas internacionales tienen un valor importante.

Las reacciones de la prensa, las redes sociales y la dirigencia no se dejaron esperar, es un premio a los barras bravas y los violentos que, de acuerdo con el fallo, podrán hacer perder un partido del otro equipo simplemente con acabar con el partido con sus tretas ya desde hace tiempo conocidas.

Dos comentarios tengo, personalmente me parece que es un llamado a los equipos para hacer bien la logística del partido, el mensaje es claro, el equipo local no puede permitir, mediante logística y coordinación con la policía, que ocurra lo que ocurrió en Medellín, al menos debe hacer todo lo que esté a su alcance para que esto no pase. Están perfectamente identificados los violentos, se sabe de sus andanzas, se sabe que hacen, el mensaje es, repito para el local organizador del partido, contrólelos.

La logística debe ser realizada por personas idóneas, no por barrabravas que de manera extorsiva organizan el evento. En Colombia hay muy buenas empresas que lo hacen bien, es cuestión de encontrarlas, eso si, son costosas.

Por otra parte, el fallo es un fallo bien redactado, juicioso que no hace más que aplicar el reglamento que los presidentes de los clubes aprobaron. La narración de los hechos y la adecuación de estos a las sanciones me parece la correcta. Nada se le hace al Junior pues nada dice el código disciplinario al respecto. La responsabilidad de la seguridad y la comodidad en el estadio es exclusiva del organizador del evento en este caso Nacional. Sancionar al Junior que nada tuvo que ver, que no participó ni en la organización ni en la logística habría sido absurdo. Es un premio a los violentos, sin lugar a dudas, pero es la aplicación de una norma frente a unos hechos perfectamente establecidos.

El resultado no me gusta pero, jurídicamente el fallo es correcto, nada más se podría hacer. Es un llamado a mejorar la logística, a erradicar a estos grupos violentos que nada le hacen al espectáculo y seguramente a revisar el código único disciplinario para contemplar estas situaciones, cada vez más comunes. Ojalá el mensaje sea claro, los equipos deben mejorar sus condiciones de seguridad y comodidad en el estadio y deben dejar por fuera la idea de que estas personas son el “alma” que distingue nuestro fútbol.