Teniendo en cuenta que en Colombia la mayoría de las sociedades están catalogadas como pequeñas y medianas empresas las cargas tributarias constituyen una de las principales razones por las que muchos emprendedores deben optar por disolver y liquidar sus compañías. Por lo tanto, resulta evidente como la gran cantidad de impuestos para la creación, funcionamiento y desarrollo de una empresa pueden ser un gran desincentivo para la inversión y por tanto para el crecimiento de la economía de un país ya que muchas veces estos gastos son superiores a las utilidades que espera obtener un empresario a través de su compañía.
Por consiguiente, si bien aún existen en Colombia ciertos procedimientos burocráticos que dificultan las constitución de una empresa o algunas falencias en algunas infraestructuras gubernamentales, lo realmente alarmante son los impuestos superfluos en que debe incurrir cualquier emprendedor y más aún en comparación con los estándares internacionales en materia de inversión para iniciar nuevos negocios en otros países.
Si bien se han creado incentivos tributarios para la creación de empresas como por ejemplo la Ley 1429 de 2010 por la cual se expide la Ley de Formalización y Generación de Empleo y en donde las Sociedades por Acciones Simplificadas gozan del beneficio de la progresividad en la renta, es evidente como muchos de los emprendedores deben renunciar al desarrollo de su negocio por falta de recursos suficientes para cubrir las obligaciones tributarias, sin contar además con todas las reformas fiscales que generan a su vez una inseguridad jurídica, desincentivan la inversión y le restan competitividad al país.
Por ende, el costo - beneficio que implica el pago excesivo de impuestos, permite concluir que crear y mantener una empresa en Colombia no es fácil, para lograr cumplir los objetivos propuestos es indispensable contar con grandes recursos que permitan cubrir las operaciones de la sociedad pero también que permitan cumplir con una gran cantidad de obligaciones fiscales con el fin de no incurrir en ningún tipo de incumplimiento y por lo tanto sanción. De esta manera, resulta necesario que el Gobierno intervenga activamente para tomar medidas inmediatas que regularicen el cobro de impuestos, proponga cambios que logren adaptar la legislación a la situación actual del país y que además permitan crear una normatividad constante de modo que sea posible mejorar las expectativas empresariales de todo aquel que tenga intenciones de iniciar un negocio en Colombia.
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