En una reunión con un cliente hace algunos años, tras exponer un análisis jurídico que consideraba en ese entonces meticuloso, él me miró y dijo: “Necesito que me ayuden a hacerlo de la forma correcta, no solo saber lo que no puedo hacer”. Esa simple frase reafirmó una creencia que llevo cultivando desde el inicio de mi carrera: nuestra labor como abogados va más allá de la simple interpretación de la ley. Debe centrarse en ser facilitadores del negocio.
El Rol del Abogado en el Contexto Colombiano
En el contexto colombiano, donde la dinámica empresarial enfrenta constantes desafíos, ha surgido un mito perjudicial sobre el papel de los abogados en el mundo de los negocios. “Los abogados complican las cosas” o “siempre ven problemas donde no los hay” son sólo algunos de los estereotipos que nos rodean. Sin embargo, es vital desmitificar esta concepción y entender que nuestra misión es facilitar y fortalecer los negocios, no obstaculizarlos.
Una Mirada Más Allá de la Ley
No podemos limitarnos a conocer únicamente el marco legal. Nuestra verdadera esencia, especialmente en el mundo corporativo, radica en nuestra habilidad para comprender a fondo el negocio de nuestro cliente. Solo así podemos afrontar desafíos con una perspectiva amplia y contextual, convirtiéndonos en aliados estratégicos insustituibles.
No es suficiente con señalar problemas; debemos ser proactivos en proponer soluciones. Esto implica tener claridad sobre las consecuencias económicas de cada decisión y discernir cuándo es propicio ceder y cuándo mantener una posición firme.
La Importancia de Elegir Nuestras Batallas
Debemos discernir “cuándo avanzar y cuándo pausar y reflexionar”. No podemos permitirnos buscar tener la razón en cada discusión o destacar cada discrepancia. Nuestro enfoque debe estar en identificar las verdaderas prioridades y riesgos para el negocio.
A pesar del conocimiento técnico, debemos ser conscientes de que este no debe opacar el propósito principal: brindar apoyo y dirección en las decisiones del negocio. Nuestra contribución, y la de cualquier abogado en este campo, debe ser integral.
Hablar en Términos de Negocio
Debemos adaptar nuestra comunicación para hablar en términos de negocios. Es esencial dejar a un lado ciertos tecnicismos que, aunque exactos, pueden no ser claros para nuestros clientes. Esta adaptación no implica sacrificar rigor, sino ser más eficaces en nuestra comunicación.
Concluyo subrayando que nuestro rol, como abogados en el mundo empresarial, es ser un puente entre lo legal y lo corporativo. Las empresas colombianas, y de cualquier otro lugar, requieren de profesionales del derecho que entiendan, faciliten y potencien su visión y objetivos. Debemos redefinir y reafirmar nuestro papel: no solo como asesores, sino como verdaderos aliados estratégicos.
A mis estudiantes y colegas siempre les recalco la importancia de comprender no solo la normativa, sino el negocio subyacente y la dinámica del flujo del dinero. Es este entendimiento el que verdaderamente diferencia al buen abogado del excelente asesor.
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