Daniel Londoño Pinzón
Agradecimiento especial a Daniel Flórez y Silvia Robledo por su apoyo en este artículo.
Los inversionistas internacionales entendieron que la implementación de principios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) como criterios para hacer y evaluar inversiones responsables y sostenibles (IRS), son fundamentales porque conlleva mejores retornos financieros para las empresas y mejoran su reputación frente a los actores con los que interactúan, incluyendo empleados, gobiernos, comunidades, clientes e inversionistas.
Según Larry Fink, CEO de BlackRock, el compromiso frente a tales actores hace que las empresas tengan mejores prospectos de retornos y de supervivencia a largo plazo, haciéndolas más atractivas en el proceso de asignación de inversión.
Los principios ASG responden a los impactos que afectan a las empresas y a sus actores relacionados, lo cual incluye cambio climático, desigualdad social, condiciones de seguridad y salud de los trabajadores, tratamiento de datos, corrupción y lavado de activos, manejo de los conflictos de interés, y diversidad de género en los órganos de gobierno, entre otros.
Es hora de que en Colombia los inversionistas institucionales y los gestores de inversión den una mirada a estos aspectos para que las inversiones sean responsables y sostenibles. Para esto vale la pena seguir los Principios para la Inversión Responsable que transcribimos a continuación:
“1. Incorporaremos asuntos ASG en los análisis de inversión y en los procesos de toma de decisiones.
2. Seremos propietarios activos e incorporaremos asuntos ASG en nuestras prácticas y políticas de propiedad.
3. Procuraremos una divulgación adecuada de los asuntos ASG por parte de las entidades en las que invertimos.
4. Promoveremos la aceptación e implementación de los Principios en el sector de las inversiones.
5. Trabajaremos de manera colaborativa para incrementar nuestra efectividad en la aplicación de los Principios.
6. Cada uno de nosotros presentará informes sobre nuestras actividades y progreso con respecto a la aplicación de los Principios.” En Colombia hay seis signatarios de estos principios, y esperamos que cada vez sean más los inversionistas y gestores que los sigan.
BlackRock resalta tres transformaciones:
(1) la reevaluación de los riesgos de inversión, ya que ahora los riesgos relacionados con ASG tienen más importancia en los mercados al impactar el retorno de las inversiones.
(2) la redirección del capital a aquellos activos, compañías e industrias sostenibles, y la desinversión o demanda de estándares más altos a aquellos que no cumplan con políticas ASG.
(3), la implementación de estándares de reporte ASG. Como ejemplo, Harvard Management Company, que gestiona entre otros recursos el endowment de la Universidad, acaba comprometerse a llegar al 2050 con un portafolio de inversiones de cero emisiones de gases de efecto invernadero.
La reflexión es que no se trata de hacer lo moralmente correcto, sino que las empresas que no se comprometan con los temas ASG van a perder valor, ya que los inversionistas dejarán de invertir en compañías que no generen rendimientos sostenibles a largo plazo. No se trata de no invertir porque no es ético, sino invertir porque la inversión es sostenible a largo plazo desde el punto de vista social, ambiental y de gobierno corporativo
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