El pasado mes de agosto, el Juez Amit Mehta determinó que Google había consolidado un monopolio ilegítimo en el mercado estadounidense de búsquedas por internet.
Lo anterior, mediante una serie de acuerdos con las compañías de celulares que las obligaban a utilizar esa plataforma como el motor de búsqueda predeterminado, en sus dispositivos móviles, a cambio de una remuneración.
En estados unidos, la ley faculta al Departamento de Justicia (DOJ) para proponer medidas correctivas, en su calidad de demandante, una vez se ha proferido una condena, para que el juez las estudie y decida si las acoge o no.
El 8 de octubre el DOJ presentó sus sugerencias sobre los remedios que debía adoptar Google, a raíz del fallo, entre los cuales planteó unas medidas estructurales, con el fin de evitar que Google se aproveche de los datos que recolecta a través de productos como Chrome, Play Store, Android y herramientas de Inteligencia Artificial para apalancar su negocio de venta de publicidad.
Estas medidas han generado gran alarma y revuelo por cuanto lo que estaría considerando proponer el DOJ al juez, con el fin de lograr ese objetivo seria, nada más y nada menos, la escisión de Google.
De llegar prosperar esa idea Google estaría obligada a vender alguna de esas aplicaciones para que ellas operen como un negocio independiente.
Otra de las soluciones enunciadas por el DOJ, es la posibilidad de solicitar la terminación de los contratos que Google ha suscito con los fabricantes de celulares, para ser utilizado como el motor de búsqueda predeterminado, así como obligar a esta empresa a compartir su infraestructura publicitaria con sus competidores, de tal manera que ellos puedan reducir su desventaja competitiva.
Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, calificó el documento del DOJ como radical y afirmó que las soluciones allí planteadas podrían perjudicar a los consumidores.
Por su parte, Michael Fertik, empresario del sector tecnológico manifestó a Cnbc que, aunque considera improbable que la alternativa de dividir a Google prospere, ella podría resultar beneficiosa para la empresa por cuanto la obligaría de nuevo a innovar y a crear nuevas líneas de negocio, circunstancias que. de hecho, han caracterizado tradicionalmente al mercado de búsquedas de internet.
Sin embargo, terminó por calificar los remedios del DOJ como una "criminalización de la innovación".
El desenlace de este caso aún tomará tiempo, por cuanto Google ha anunciado su intención de apelar la decisión emitida del juez Mehta.
Aunque algunos analistas como Xiaofeng Wang, consideran que las propuestas del DOJ podrían traer efectos positivos porque al limitarse el dominio de Google surgirían otros buscadores, hay quienes sin embargo expresan grandes reservas.
Tal es el caso de Mark Jamison, investigador del American Enterprise Institute, una organización sin ánimo de lucro en Washington DC que realiza investigaciones en temas como la libre empresa y las políticas públicas. Según Jamison, la atomización de Google enviaría el mensaje equivocado de que en Estados Unidos se castiga la innovación, además de que privaría a los consumidores de productos de muy alta calidad.
En su opinión, ni siquiera las mejores mentes de Silicon Valley han logrado replicar el éxito de Google.
Será necesario esperar hasta el 20 de noviembre para conocer la propuesta final del DOJ que podría modificar por completo la manera en que realizamos las búsquedas en internet.
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