Ha comenzado a agitarse el debate electoral con el reciente anuncio de Alejandro Gaviria y de Juan Manuel Galán como candidatos a la Presidencia de la República para el período 2022 – 2026, con lo que se incrementa el listado de aspirantes que crece marcado en tres radicales tendencias: la izquierda, el centro y la derecha, las que se harán contar en las elecciones legislativas de Marzo de 2022 en las que se realizarán las consultas interpartidistas, a las que llegarán muchos, pero saldrán tres candidaturas con reales opciones de llegar a la Presidencia.
Este proceso electoral avanza aceleradamente con un calendario electoral que en algo más de seis meses llevará a los colombianos a decidir la conformación del Congreso, elección definitiva para las presidenciales de mayo de 2022 que estará marcado por hechos trascendentales:
En primer lugar, el fallo que en los próximos días proferirá la Corte Constitucional con respecto a la tan esperada reforma al Código Electoral, que modificará sustancialmente las reglas electorales vigentes. Inquieta sin duda, la decisión que deberá adoptar la Corte por posibles vicios que se han alegado en su trámite.
En mi criterio será necesario que en la misma se avale la constitucionalidad de esta iniciativa legislativa de origen del Registrador Nacional, la que resulta fundamental para adecuar el régimen normativo electoral a la realidad actual, donde resulta fundamental que prime la tecnología.
En segundo lugar, de gran importancia para incentivar y motivar la participación electoral de los jóvenes en la democracia, resultan las elecciones que se celebrarán este 28 de Noviembre por primera vez en la historia de Colombia en los Consejos Municipales, Distritales y Locales de Juventudes, entendidos como mecanismos de participación, interlocución, concertación, vigilancia y control de la gestión pública e interlocución de los jóvenes ante las autoridades políticas y administrativas en los temas juveniles.
Resulta más que motivante el hecho de que a la fecha se hayan inscrito más de 2.699 listas de jóvenes, lo que permite presagiar una muy alta participación, siendo sin duda este el escenario de participación democrática por excelencia para los jóvenes, y no el que hace pocas semanas vimos con tristeza cuando con ocasión de las protestas ciudadanas, los jóvenes en un número importante desnaturalizaron dichas protestas con desmanes, destrucción y violencia.
En tercer lugar, no podemos bajar la guardia en la vigilancia y el acompañamiento a la contratación que adelanta la Registraduría Nacional por más de un billón de pesos para asegurar el desarrollo del proceso electoral.
En este sentido, participaremos con la Veeduría Ciudadana por la Transparencia en los procesos contractuales de esta entidad, para garantizarle a los colombianos que se cumplan todos los requisitos y formalidades exigibles para un proceso de esa magnitud, con la confianza de que quien resulte beneficiario de la adjudicación de este proceso brindará a las organizaciones políticas, candidatos y ciudadanos la certeza, seguridad, celeridad y transparencia en el desarrollo de las mismas.
Llegó el momento de tomar decisiones inteligentes por parte de los ciudadanos, comenzando por la inscripción de sus cédulas para votar, pues es con el sufragio que se decide la suerte de una nación; debemos fomentar en nuestros jóvenes su participación decidida en las próximas elecciones de los Consejos de Juventudes, como escenario deliberatorio y decisorio del futuro de nuestra patria; y ser conscientes de la importancia de elegir buenos candidatos, con hojas de vida limpias en su trayectoria privada y pública, y con vocación de trabajar en servicio del interés general y de la reconstrucción social y económica del país.
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