El ministro de Justicia del gobierno del presidente Gustavo Petro, Néstor Iván Osuna Patiño, había empezado muy bien su periodo, dando a entender que iba a priorizar una política criminal acorde con un Estado Social de Derecho que humanice el proceso penal y aplique la dignidad de manera real en las personas, al manifestar que priorizará la justicia restaurativa y la no la construcción de nuevas cárceles, así como propone negociar en
Colombia con personas extraditables para que el dinero y la verdad revelada en las conversaciones con estas, así como la aceptación de su responsabilidad acordada con la justicia, rindan frutos dentro del país y no en otros lugares.
Sin embargo, la luna de miel no es eterna y puede convertirse en una luna de hiel, por eso estamos aterrados y sorprendidos con el concepto que el ministro rindió ante la Corte Constitucional relacionado con la virtualidad en la justicia, en el que manifiesta que es constitucional todo menos lo relacionado con el tema penal.
Es incomprensible que hoy en día sigan sin ver el enorme avance que la virtualidad ha significado para la justicia penal, gracias a ella se realizan más audiencias, más conciliaciones, se reflejan enormes ahorros en viáticos, comisiones y desplazamientos.
Tanto nos critican casi todas las veces de manera injusta por “dilaciones” al proceso, pero ignoran que la virtualidad hace muy difícil que una audiencia no se realice por motivos que antes hacían fracasar muchas de ellas, como tener audiencia en varias ciudades al tiempo.
Hoy se puede estar a las 9:00 a.m. en Bogotá, a las 2:00 p.m. en Cartagena y a las 4:00 p.m. en Neiva sin problema.
Y qué me dicen de la guerra por las salas, muchas veces se suspendían las audiencias porque las salas ya estaban ocupadas, hoy un juez tiene su propia sala en cada plataforma virtual.
El tema de la práctica del testimonio en juicio puede ser la única traba a la virtualidad, pero eso tampoco es camisa de fuerza ya que el testigo se puede desplazar al centro de servicios, a la sede del juzgado o a una estación de Policía para llevarla a cabo, así que este argumento tampoco es válido para que la virtualidad no pueda ser la regla general y solo de manera excepcional se cite presencialmente.
La virtualidad ha impulsado el litigio en la provincia, abogados de cada región han logrado poder litigar en cualquier parte del país, y por qué no decirlo, hasta del mundo. Antes una investigación relacionada con administración pública implicaba que si se estaba adelantando en Bogotá en contra de un alcalde de un municipio lejano era mejor contratar un abogado en Bogotá, hoy muchos acuden a profesionales de su región y viceversa, contratar un abogado de Bogotá para defender en regiones también sale más económico al no tener que pagar pasajes y viáticos.
En fin, hasta José José, el inmortal cantante, apreciaba la virtualidad y lo hizo saber en un reguetón que cantó con su hija llamado ‘Señor Internet’, que dice: “Señor internet, quiero darte las gracias tú si que eres el genio, del milenio…. Gracias, por darle a la humanidad amable cual inmensidad que borra todas las distancias entre la gente. Gracias por tanta nueva amistad y amores”.
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