El 12 de marzo del año en curso, luego de varias discusiones e incluso una protesta de la ciudadanía, la Corte Suprema de Justicia eligió una nueva fiscal de la terna remitida por el Presidente de la Republica: La Dra. Luz Adriana Camargo. La recién nombrada Fiscal, posee una hoja de vida dedicada al servicio público, tiene una amplia experiencia en investigación y juzgamiento, un conocimiento profundo de la parte administrativa de la institución y una formación académica impecable. Sin embargo, recordemos que anteriores fiscales también contaban con pergaminos similares, y su camino en la dirección del ente acusador no fue exitoso, pues no satisfizo las expectativas de la ciudadanía y mucho menos de los litigantes. Con inmenso respeto, quisiera plantear algunas sugerencias para una gestión que realmente marque la diferencia:
- Trato respetuoso para los Defensores: El acceso al búnker de la fiscalía, así como la posibilidad de llevar consigo herramientas básicas como tablets, celulares y computadoras, no debería ser un privilegio, sino una necesidad para el ejercicio efectivo de la función de abogado. El respeto hacia los defensores debe reflejarse en facilidades logísticas y procesales.
- Instrucción y Cultura Institucional: Es imperativo que la Fiscalía instruya a sus funcionarios para que desistan de amenazas y coacciones contra defensores y jueces cada vez que una petición no salga como desean y dejen de amenazar con las compulsas de copias. Una cultura institucional basada en el respeto mutuo y la colaboración es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema judicial.
- Justicia Restaurativa Efectiva: La justicia restaurativa, aunque presente en el papel, carece de una aplicación real y efectiva en la práctica. Su utilización contribuye a la congestión del sistema y al récord negativo de la Fiscalía en procesos llevados a juicio. Es hora de darle la importancia que merece y hacerla parte integral del sistema de justicia.
- Aplicación Real de Preacuerdos y Principios de Oportunidad: La flexibilidad en la aplicación de preacuerdos y principios de oportunidad es crucial para agilizar la administración de justicia. Se debe trabajar en persuadir a la honorable Corte Suprema de Justicia sobre la necesidad de ampliar la jurisprudencia y evitar limitaciones que obstaculicen la justicia negociada, siempre garantizando los derechos de las víctimas y la reparación del daño.
- Carrera Judicial y Estabilidad Laboral: Es fundamental establecer un marco claro para la carrera judicial dentro de la Fiscalía, proporcionando así mayor tranquilidad y estabilidad laboral a sus funcionarios. Esto no solo beneficia al personal, sino que también repercute en la eficacia y la calidad de la gestión institucional.
- Apuesta por la Virtualidad y la Austeridad: La virtualidad ha demostrado ser una herramienta invaluable para la administración de justicia, permitiendo agilizar procesos y reducir costos. Es necesario seguir impulsando esta modalidad, eliminando gastos innecesarios en viáticos y desplazamientos, y garantizando la seguridad tanto de funcionarios como de víctimas y testigos.
En ese sentido, la nueva Fiscal tiene ante sí un desafío monumental, pero también una oportunidad única para marcar un verdadero cambio en la justicia de nuestro país. Esperamos que estas sugerencias sean consideradas y que su gestión se caracterice por un compromiso firme con la equidad, la eficiencia y el respeto hacia todos los actores del sistema judicial.
*Iván Cancino, Abogado litigante.
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