Es difícil predecir el impacto a largo plazo que tendrá el conflicto Rusia-Ucrania en el comercio internacional. No obstante, en Colombia ya se ha empezado a sentir los efectos de este, si bien a inicios del conflicto el dólar se vio fortalecido frente al peso colombiano, tras una semana del conflicto la tendencia es a la baja ubicándose el dólar en su valor más bajo desde noviembre de 2021.
Esta tendencia, la cual es contraria a la mayoría de las monedas de la región, se ha atribuido al alza del precio del barril del petróleo, el cual ha llegado hasta los US$138.
Esta parecería ser una buena noticia para los importadores, en especial si la tendencia se mantiene. Lo anterior toda vez que estos han vivido varios años de fuerte devaluación del peso colombiano frente al dólar. Esto, sumado a la expedición del Decreto 307 de 2022 que redujo el arancel a 0% para 165 bienes esenciales, se espera ayude a reducir la inflación y el costo de vida que se ha venido incrementando en los últimos meses.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para los importadores y exportadores colombianos quienes podrían verse afectados por este conflicto. “Si bien a la fecha Colombia no ha establecido sanciones en contra de Rusia, tanto importadores y exportadores podrían verse afectado como consecuencia de las sanciones tomadas por otros países, en efecto, las principales navieras del mundo anunciaron recientemente que dejarían de operar en Rusia”, indicó Gerardo Chadid asociado de Brigard Urrutia. Esto no solo rompe con la comunicación y el comercio global, sino que interrumpe una cadena de producción estable.
Si bien China Ocean Shipping Company (Cosco) continúa operando en Rusia, lo cierto es que el número de rutas se vio reducido y el valor del flete ha seguido aumentando. Un posible alivio para los exportadores colombianos es que las navieras han señalado que seguirán operando para el transporte de equipos médicos y alimentos, si se tiene en cuenta que las exportaciones colombianas a Rusia se concentran en alimentos.
Tan solo en 2021 las exportaciones a Rusia sumaron US$139,62 millones, cifra para nada despreciable. Las exportaciones se concentraron principalmente en carne de res (US$64 millones), flores (US$24 millones), café (US$14 millones), frutas (US$13,7 millones), leche y productos lácteos (US$5 millones), y azúcar (US$2 millones).
Por su parte, las importaciones de 2021 representaron US$477,6 millones concentrándose en insumos agropecuarios (US$202,9 millones) y fabricaciones de hierro y acero (US$124,9 millones), cifras bastante significativas. El sector agroindustrial, además de ser uno de los más afectados a nivel nacional en los últimos años, ahora requiere de un esfuerzo extra para buscar nuevos proveedores de insumos, con el fin de poder garantizar la estabilidad de la producción.
Por otro lado, la Unión Europea y Estados Unidos optaron por excluir a bancos rusos del sistema Swift, razón por la cual las operaciones de cambio y las transacciones internacionales se ven gravemente afectadas, pues se impide satisfacer con sus necesidades de pago, sin existir, además, ninguna otra alternativa para cumplir la obligación. En ese sentido, se podría generar un número considerable de incumplimientos y disputas contractuales a razón de la falta de pago.
Adicionalmente, el Gobierno de Rusia ha tomado medidas restrictivas en relación con la recepción y envío de divisas a sus ciudadanos. Estas medidas, casi que extinguen las relaciones comerciales e interrumpe el flujo de los bienes que fueron o esperan ser producidos, partes fabricadas y servicios a exportar de diversas industrias.
Finalmente, si bien Ucrania no ha sido objeto de restricciones en materia de comercio exterior, el conflicto ha generado serias preocupaciones de seguridad para la logística mundial. Las aeronaves civiles evitan volar por el espacio aéreo ucraniano, así mismo, las navieras son cada vez más reticentes a navegar por las aguas ucranianas al ser consideradas de alto riesgo por las aseguradoras en Londres.
Parece que el conflicto Rusia-Ucrania durará mucho más de lo anticipado inicialmente por el Gobierno ruso, por lo que apenas estamos viendo los primeros efectos de este en el comercio internacional. Es por ello que resulta clave para los importadores y exportadores colombianos anticiparse a lo que se estima sea una disrupción significativa en sus cadenas de suministro y negocios, estando atentos a cualquier desarrollo en el conflicto que pueda afectar aún más a Colombia.
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