Esta semana paralelo a la Conferencia Ministerial de la OMC, otra noticia impactó positivamente el Comercio Internacional y fue el lanzamiento de GASEZ (GLOBAL ALLIANCE OF SPECIAL ECONOMIC ZONES por sus siglas en inglés). El lanzamiento se dio en Jamaica dentro del Congreso Mundial de Zonas Francas (AICE). Esta alianza que inicialmente agrupa a la World Free Zones Organization; a FEMOZA; a la National Association of Foreign-Trade Zones (EE.UU.); al Green Partnership for Industrial Parks of China; a la Asociación de Zonas Francas de las Américas y a la Africa Economic Zones Organization, entre otros, tiene como objetivo establecer una nueva generación de zonas francas para el desarrollo sostenible.
Tal como indicó James Zhan, director de Inversión Extranjera de la UNCTAD, otro de los miembros fundadores de GASEZ, la misma tiene entre sus objetivos facilitar el aprendizaje transfronterizo a través del intercambio de experiencias, entre otros múltiples objetivos (www.gasez.org ). La misma se enmarca de forma oportuna dentro del lanzamiento del Reporte Mundial de Inversión para el 2021, que arroja buenas noticias: La Inversión Extranjera mundial se recuperó con fuerza, pero trae la noticia de que la perspectiva parece incierta para la inversión extranjera en los próximos años, por lo que GASEZ se convierte además en el foro ideal para monitorear las múltiples iniciativas que en este momento están ocurriendo en el comercio mundial, incluyendo la discusión sobre el Impuesto Mínimo Global, el impacto del Pilar II, y el tipo impositivo del 15%, frente al desarrollo de las zonas francas.
Y es que una iniciativa como GASEZ tiene el potencial de ser el foro ideal para esta discusión sobre el impuesto mínimo global que posiblemente afectará alrededor de 8.000 empresas multinacionales en el mundo – dependiendo de su evolución en la votación en Europa y en el Congreso de EE.UU. para el 2024 – Sin prejuicio que, en el último reporte ya citado, la UNCTAD estima que solo afectará en un 2% los flujos de IED. Iniciativas como GASEZ permiten generar ese “capacity building” que requerirían los países para saber cómo implementarlo, así como adaptar y potenciar su legislación de zonas francas – algo que el Decreto 278 del año pasado ya prevé, algo tan necesario en todos los temas de derecho económico internacional, tal como pasó en la época cuando la OMC desmontó los subsidios a las exportaciones, pero sobre todo permitiendo aclarar el potencial de las zonas francas y facilitar el diálogo entre los especialistas de impuestos y las agencia de promoción de inversión, esto tiene el potencial de ser una revolución fiscal.
En el marco de discusión que propone GASEZ, se dieron importantes iniciativas como la de Annette Mark, presidente de CAIPA, sobre la posibilidad de una zona libre regional en materia de Agrotecnología en el Caribe; o la de Ricardo Treviño sobre la continua necesidad de seguir mejorando la buena relación entre las aduanas y zonas francas.
La nueva generación de zonas francas para el desarrollo sostenible va desde la necesidad de pensar en energía limpia, una estrategia de inversión verde; responsabilidad en la cadena logística; trabajo decente, entre otros múltiples temas. Y es que GASEZ ofrece la posibilidad de que las zonas francas se consoliden en el centro de la logística sostenible, en la medida que para que las empresas sean sostenibles, necesitan saber que tienen alternativas en su cadena de suministro: redundancia externa e interna.
Finalmente, GASEZ representa un interesante foro para avanzar en los temas de nearshoring entre otras iniciativas para atraer empresas a la región, precisamente frente a esta perspectiva que menciona la UNCTAD. ¡¡En conclusión, buenas noticias para las zonas francas!!
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