El primero de enero del año 2025, es decir, en 15 meses (450 días), empezará a regir la prohibición absoluta en la Unión Europea de importar ciertos productos agroindustriales o sus manufacturas procedentes de todos los países del mundo (tanto extra como intro europeos), que hayan sido sembrados en áreas deforestadas después del 31 de diciembre del año 2020.
Esta norma sin precedentes, se basa en la gran preocupación que tiene la Unión Europea al registrar que entre los años 1990 y 2020, se perdieron más de 178 millones de hectáreas de superficie forestal neta, un área tres veces más grande que el tamaño de Francia, deforestación producida por varios países entre ellos Brasil e Indonesia.
Es por ello que esta norma, que ya empezó a regir a mediados de este año, exige un certificado “libre de deforestación”, para siete productos agroindustriales como son la madera; la carne de vacuno; el aceite de palma; el café; el cacao; la soya y el caucho, así como sus productos derivados como son el chocolate, el cuero y los muebles.
Antes del embarque de estos productos, el “operador” deberá obtener un certificado Libre de deforestación, comparando las imágenes satelitales antes y después del 31 de diciembre del año 2020, del área sembrada de la cual provienen los productos, y utilizando programas de georeferenciación como los de Copérnico, Galileo y Airbus, lo cual supone que la totalidad de los proveedores de la Unión Europea deban obtener este certificado a través de los comité de productores, comercializadoras internacionales o importadores en Europa.
¿Qué significa el certificado de deforestación para las exportaciones agroindustriales colombianas?
En el año 2022, Colombia exportó US$8.400 millones al mundo en productos agroindustriales. De ellos, casi 2.000 millones ( 22%) se destinaron a la Unión Europea.
Esta nueva norma significa un gran reto para los US$1.000 millones de exportaciones de café a la Unión Europea, así como para los trescientos cincuenta millones de dólares en aceite de palma para el mismo destino.
También estarán sujeto a estos requisitos las exportaciones de cacao y madera que en menores montos (US$20 millones) realiza Colombia a ese destino.
Afortunadamente, hay una red gremial muy sólida tanto en café como en aceite de palma, que permitirá organizar al sinnúmero de productores de estos sectores, que significan 75% del valor total de las exportaciones agroindustriales hacia la Unión Europea.
Si los productores y los gremios hacen su trabajo de manera oportuna, este nuevo reto se convertirá en una gran oportunidad para Colombia, pues podrá llenar el vacío de otros países (Brasil, Perú, Honduras y Guatemala en Café y Honduras, Guatemala, Perú, Ecuador y Argentina en aceite de palma).
Estamos ante una nueva realidad, frente a este movimiento Reshoring Agroindustrial de Europa, basado en la iniciativa de la conservación de los bosques del mundo, de los cuales, la Unión Europea ha tomado su liderazgo absoluto.
Según el proverbio Chino, “crisis y oportunidad son sinónimos”, y los exportadores colombianos tienen que ser rápidos como la liebre, para hacer de estos nuevos certificados la gran oportunidad de expandir el mercado agroindustrial de la Unión Europea pues en todos estos siete productos, nuestro país tiene una ilimitada opción.
Manos a la obra.
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