Big Data es una cantera infinita de oportunidades de negocios que está esperando ser explotada.
Big Data procesa la información y permite hacer predicciones. Su tratamiento no es distinto al de cualquier materia prima, se extrae, refina, valoriza y comercializa de diferentes maneras.
Todas nuestras acciones generan datos que son procesados por la tecnología, la cual a su vez ha desarrollado sensores para registrar el rastro digital denominado internet de las cosas (IoT).
El tratamiento de datos relacionado con el nombre, edad, sexo e ingresos está en desuso. Las nuevas tendencias en tratamiento de datos se concentran en análisis en tiempo real de flujo de información sin estructura aparente. Tales como la geolocalización de una galería de fotos en redes sociales, los artículos más comprados en un supermercado, el desplazamiento de millones de personas cuando van a su trabajo o la hora a la que se despierta y duerme la gente diariamente.
Inicialmente, el Big Data se usaba para mejorar las campañas publicitarias e identificar gustos. Ahora es un sistema mucho más complejo que va acompañado de la inteligencia artificial.
Gracias a esto, se puede predecir automáticamente el desgaste de la turbina de un avión, traducir un documento, prevenir enfermedades, reducir significativamente el consumo de energía, reconocer un individuo en una foto e incluso identificar rasgos de la personalidad por medio de sus escritos.
Las compañías pueden usar el análisis de datos para convertir grandes cantidades de data en información útil con el propósito de obtener una ventaja sobre sus competidores.
Con la analítica se procesa una gran cantidad de datos y se obtiene una percepción de la información más precisa. De esa manera, se puede mitigar los riesgos y tomar decisiones asertivas en menor tiempo.
Big Data es un activo intangible, su valor se puede multiplicar mil veces dependiendo del tratamiento que se le dé la información.
La Corporación Internacional de Data (IDC) estima que el Big Data generará utilidades mundiales por US$203 billones para 2020, con una tasa de crecimiento compuesto anual de 11,7%.
El Observatorio de Economía digital del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, establece que en Colombia las empresas únicamente utilizan el internet de las cosas en 9%, inteligencia artificial 1,8% y Big Data 3,2%. Lo que significa una oportunidad gigantesca para promover los procesos productivos de contenidos digitales, explotarlos y hacer crecer las empresas, tanto en sus prácticas comerciales como en su patrimonio inmaterial.
La revolución de datos crea un fenómeno global. Debemos aprovecharnos y beneficiarnos de la eficiencia y utilidad que puede generar el Big Data.
El debate sigue abierto sobre la protección de los procesos de Big Data. Los derechos de propiedad intelectual pueden ser aplicados parcialmente, pero la tecnología supera las normas.
En Colombia tenemos la Ley 1582 de 2012 que regula la protección de datos personales. Esta ley y sus decretos reglamentarios se deben cumplir y respetar.
El desafío está en aprovechar las oportunidades fantásticas de negocios que ofrece el Big Data con respeto por la ley y la dignidad humana.
La ausencia de este respeto nos llenará de regulación y normas que impiden el pleno aprovechamiento del Big Data.
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