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OPINIÓN

¿Una piedra en el zapato?

19 de abril de 2022

Rodrigo Tannus Serrano

Socio de Tannus & Asociados

rtannus@tannus.co
Canal de noticias de Asuntos Legales

Al servir como consultor de personas naturales y empresas prestando asesoría jurídica especializada, se debe tener en cuenta siempre, la satisfacción del cliente. Con base en ello, se deberían diseñar las soluciones jurídicas, usando diferentes herramientas para acercar los servicios legales a las diferentes partes involucradas. Esto, a partir del entendimiento de las motivaciones, necesidades y desafíos de los clientes, con el fin de diseñar una experiencia clara y asertiva, que permita construir una mejor comunicación entre los abogados y sus clientes.

Es por esta razón que la comunicación tiene un papel primordial para mantener una relación sólida en tiempos de conflicto o incluso de calma entre las partes. Tomarse el tiempo para dejar las reglas claras desde el principio será de vital importancia para construir una relación de confianza, armoniosa, transparente, gana-gana y duradera. Además, se deberá propender por dar un manejo acertado de las expectativas del cliente en un mundo tan cambiante y dinámico como el que tenemos en estos días. Está prohibido asumir o suponer dentro de esta relación ya que muy seguramente se tendrán malentendidos o incluso errores, los cuales podrían impactar de forma significativa a todos los involucrados y, particularmente, el vínculo entre el cliente y el abogado.

A pesar de tener presente lo anterior y llevarlo a la práctica, ser un abogado externo y no ser visto por momentos como una piedra en el zapato para un cliente, no es fácil. No obstante, para un consultor jurídico encontrar ese balance entre lo que conviene o no a la empresa, dentro del marco de la ley, teniendo en cuenta que además la dinámica y la velocidad de los negocios y las necesidades de estos, supera la rapidez con la cual se reforman las leyes como consecuencia de los hechos, circunstancias y disrupciones que se tienen en estos días, no es nada fácil, tampoco.

No obstante, un consultor jurídico debe ponerse en los zapatos del abogado corporativo, así como en los de las diferentes personas de otras áreas al interior de la empresa, para plantearles soluciones creativas, aplicables, que lógicamente estén apegadas al marco legal pero que también estén orientadas a generar valor al negocio. La asesoría debe propender por la simplificación y eficiencia, traducir el derecho para los no abogados, poniéndolo al servicio y beneficio de todos.

Ahora bien, poner en práctica no es nada sencillo y más cuando el cliente opera en diferentes jurisdicciones. Hay que saber que se tienen normas que son distintas para cada país pero que la empresa quiere que se implementen estrategias similares en todos los países, así que ¿Cómo desde el punto de vista legal estratégico se podría lograr conciliar y hablar el mismo lenguaje permitiendo que el cliente logre el resultado esperado a nivel global? ¿Cómo se puede lograr que todos en la organización puedan vivir una misma experiencia y beneficios?

Considero que esto es viable si se trabaja desde el inicio de la relación con el cliente, en construir y mantener una excelente comunicación para que, de acuerdo con esta, se fortalezca la confianza. A pesar de las dificultades, se deberá actuar con asertividad, inteligencia emocional, pero, sobre todo, con respeto, sabiendo que no existe una única fórmula para lograr ese equilibrio, el cual además dependerá de cada cliente y sus necesidades particulares.

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