El Congreso ha recibido seis proyectos de ley para regular el consumo de vapeadores

Los vapeadores han emergido como una tendencia cada vez más presente en la vida cotidiana. Sin embargo, la proliferación de estos dispositivos y la incertidumbre sobre sus posibles riesgos para la salud han llevado a una creciente necesidad de regulación.

Desde las restricciones de edad hasta la composición de los líquidos y la publicidad, los gobiernos están buscando equilibrar la libertad del consumidor con la protección de la salud pública. Este debate plantea interrogantes cruciales sobre cómo se debe abordar esta industria en rápida expansión y cuál será el futuro de la regulación sobretodo para los menores de edad.

En Colombia, han llegado al Congreso al menos seis proyectos de ley que buscan modificar o la ley 1335 de 2009, conocida como ley antitabaco, o el Código de Polícia para que la venta de estos productos esté limitada para los menores de edad.

Por ejemplo, el proyecto de Ley de los senadores Norma Hurtado y José David Name busca reglamentar dentro de la Ley 1335 a los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sean; Sistemas Similares Sin Nicotina, Sssn; y los Productos de Tabaco Calentado, PTC, derivados, sucedáneos e imitadores, con el fin de minimizar los potenciales riesgos para la salud de los usuarios de estos elementos.

Algunos de los puntos más importantes son: regular el consumo, venta, publicidad y promoción de los cigarrillos productos de tabaco, Sean, Sssn, PTC, sus derivados, sucedáneos o imitadores; y establecer la creación de programas de salud y educación tendientes a contribuir a la disminución de su consumo, abandono de la dependencia del tabaco del consumidor respecto.

“Resulta evidente que esta iniciativa demuestra un compromiso por parte del legislador para adaptar la legislación a los avances tecnológicos y a la evolución de los hábitos de consumo, brindando así un marco legal que responda de manera efectiva a los desafíos contemporáneos en materia de salud pública”, aseguró Carlos Riveros, director en Riveros Victoria Abogados.

Con el proyecto se espera que a los interesados en comprar estos artículos se les pida el documento de identidad como ya se hace con las bebidas alcohólicas, tabaco y medicamentos, pues pretende restringir la venta a menores de edad. Según cifras del Dane, 25% de la población que inicia el consumo de esos elementos es menor de 18 años.

Entre las personas encuestadas por Ernst & Young, firma multinacional de servicios profesionales de auditoría, finanzas, asesoría legal, y estudios actuariales, la razón más común para usar cigarrillos electrónicos es que son “menos dañinos que los cigarrillos normales”, y además, 49% de los usuarios lo utiliza para disminuir el tabaquismo.

Sin embargo, la OMS tiene distintos puntos controversiales al respecto, pues ya que no se tienen informes de los efectos a largo plazo, la nicotina de los dispositivos sigue siendo considerada adictiva, y podría tener efectos posteriores en la salud, explicó la cardióloga y directora del Ambulatorio de Tratamiento del Tabaquismo del Instituto del Corazón de Sao Paulo, Jacqueline Scholz.

El proyecto también busca que se advierta en la venta de estos aparatos, las adicciones que puede causar; y establecer los lineamientos para que en el país se desarrollen programas educativos dirigidos a menores de edad con el fin de evitar el consumo e incentivar el abandono de esta práctica. Por este vacío en la regulación actual, algunos colegios voluntariamente prohíben y controlan su uso en niñas, niños y adolescentes mediante políticas internas.