Los delitos más comunes en las elecciones, sus multas y consejos para los comicios

En una sociedad democrática, las elecciones representan el cimiento de la participación ciudadana y la toma de decisiones políticas. Sin embargo, a lo largo de la historia, las elecciones también han sido vulnerables a una serie de delitos electorales que amenazan la integridad de este proceso fundamental.

Desde el fraude electoral hasta la manipulación de votos, los delitos electorales presentan un desafío constante para la democracia.

Los delitos electorales están previstos en el Título XIV del Código Penal Colombiano, artículo 386 y siguientes; y se denominan técnicamente como “Delitos Contra Mecanismos de Participación Democrática”. Unos tienen como sujeto activo a la ciudadanía en general y otros contemplan el sujeto activo calificado, es decir, solo pueden incurrir en ellos personas con determinadas calidades, como por ejemplo servidores públicos. En total, son 16 los delitos de este tipo.

Top 5 de los más comunes

La perturbación de certamen democrático encabeza la lista de este ranking, con el cual, por medio de violencia o maniobras engañosas, logran perturbar o impedir la votación pública, el escrutinio o el cabildo abierto.

La persona que los cometa “incurrirá en prisión de cuatro a nueve años y multa de cincuenta 50 a 200 salarios mínimos legales mensuales vigentes, Smlmv. La pena será da prisión de seis a 12 años cuando la conducta se realice por medio de violencia”, explicó Faruk Chicre Manjarrés, abogado administrativista con experiencia en derecho electoral. La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad cuando la conducta sea realizada por un servidor público.

El segundo puesto se lo lleva el delito del constreñimiento al sufragante. “El que amenace o presione por cualquier medio a un ciudadano o a un extranjero habilitado por la ley, con el fin de obtener apoyo o votación por determinado candidato o lista de candidatos, voto en blanco, o por los mismos medios le impida el libre ejercicio del derecho al sufragio”, agregó el experto.

En el tercer puesto está el fraude al sufragante. Es el que mediante maniobra engañosa obtenga que un ciudadano o un extranjero habilitado por la ley vote por determinado candidato, partido o corriente política o lo haga en blanco, incurrirá en prisión de cuatro a ocho años, y multa de 50 a 200 Smlmv.

El siguiente delito es el de fraude en inscripción de cédulas o como mejor se conoce: trashumancia. Es la persona que por cualquier medio indebido logre que personas habilitadas para votar inscriban documento o cédula de ciudadanía en una localidad, municipio o distrito diferente a aquel donde hayan nacido o residan, con el propósito de obtener ventaja en elección popular, plebiscito, referendo, consulta popular o revocatoria del mandato.

La persona que incurra en este delito podría pagar con una privación de libertad de entre cuatro a nueve años y multa de 50 a 200 Smlmv.

En el último puesto de este ranking de delitos electorales logró clasificar la elección ilícita de candidatos. De hecho, la Procuraduría ya alertó que de 128.208 candidatos inscritos en la Registraduría Nacional para los comicios del próximo 29 de octubre, 6.76 registran información relacionada con inhabilidades para desempeñar el cargo para el cual se inscribieron.

El candidato que sea elegido para un cargo de elección popular estando inhabilitado para desempeñarlo por decisión judicial, disciplinaria o fiscal incurrirá en prisión de cuatro a nueve años y multa de 200 a 800 Smlmv.

Para el día de las elecciones

Quedan dos semanas para las elecciones regionales y para este punto los candidatos están en el punto más álgido de sus campañas. Por lo cual, los ciudadanos deben asegurarse de entender las propuestas y hacerle el seguimiento a los aspirantes para votar bien.

La directora de la Observación Electoral, MOE, Alejandra Barrios, aseguró que los votantes deben “darle una mirada al programa de gobierno del candidato que le gusta y de sus competidores. Lo mejor es verlo todo, pero si no tiene tiempo, vea los puntos que usted le interesan”.

Añadió que es muy importante escuchar cómo el candidato se refiere a los diferentes tipos de población. Si utiliza un lenguaje respetuoso e incluyente, o si por el contrario, utiliza un lenguaje excluyente, estigmatizante y discriminatorio.

“Ver al menos un debate. Esto le permite conocer cómo actúan los candidatos en situaciones de estrés, al ser cuestionados, cómo trata a los otros candidatos (si los respeta o no), cómo resuelve problemas, qué tanto conoce su propio programa de gobierno o si se contradice entre lo que dice el programa y lo que plantea en el debate”, dijo Barrios.

Por último, seguirle la pista a las cuentas de los candidatos. “Siempre es importante saber cómo se financia el candidato de su preferencia”, concluyó.