¿Quiénes son las tres mujeres ternadas para ser la próxima fiscal General de la Nación?

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, envió a la Corte Suprema de Justicia la terna para ocupar el cargo de fiscal general de la Nación, que actualmente ocupa Francisco Barbosa.

Por primera vez son tres mujeres las candidatas para el puesto. Según el documento que se publicó ayer, la terna está conformada por Ángela María Buitrago, Amparo Cerón y Amelia Pérez Parra.

“He escogido tres mujeres con profunda experiencia en el derecho penal y en el ejercicio de su vida profesional como fiscales para integrar la terna para designación de Fiscal General de la Nación; las tres tienen un común denominador: todas arriesgaron su vida por defender los derechos de los seres humanos en el peor momento del genocidio desatado en Colombia”, escribió el presidente Petro en su cuenta de Twitter.

Ángela María Buitrago Ruiz es abogada de la Universidad Externado de Colombia, especialista en Derecho Penal de la Universidad de Salamanca, en Derecho Penal y Ciencias Criminológicas en la Universidad Externado de Colombia, Magíster en Derecho Penal y Doctora en Derecho y en Sociología de esta misma Universidad. Es docente de pregrado y postgrado de la Universidad Externado de Colombia en Derecho Penal.

Es miembro del Instituto Colombiano de Derecho Procesal Colombiano, del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal y del Colegio de Abogados Penalistas de Santa Fe de Bogotá y Cundinamarca. Además es abogada Litigante.

Se desempeñó como subsecretaria de la comisión del Código Penal Tipo para Iberoamérica y Fiscal Delegada ante la Corte Suprema de Justicia.

Por su parte, Amparo Cerón Ojeda es abogada especializada en Administración Pública y en Derechos Humanos.

Además, es conocida por llevar el caso de Odebrecht. Entre sus logros en esta investigación destacan al menos 15 acusaciones, cinco condenas y por lo menos 10 peticiones a la Corte Suprema de Justicia para investigar a miembros del Congreso que, presuntamente, habrían recibido sobornos de la firma brasileña.

En 2018, Cerón sufrió un accidente vehicular, la fiscal fue inducida al coma por dos meses para acelerar su recuperación y volvió a retomar sus actividades en el caso en enero de 2019.

En 2020, cuando el fiscal Francisco Barbosa le quitó el proceso madre por los sobornos de Odebrecht a congresistas, funcionarios y particulares, la fiscal Amparo Cerón renunció a la Fiscalía.

Finalmente, Amelia Pérez Parra fue jefe de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía en donde investigó varios casos relacionados con el paramilitarismo y sus nexos con el Ejército Nacional en los años 90´s.

También hizo parte de la investigación en las masacres de El Aro y Trujillo; los casos de desaparición forzada de Nidia Erika Bautista y Alirio de Jesús Pedraza Becerra. Y también los proceso contra el general (r) Jaime Humberto Uscátegui Ramírez por la masacre de Mapiripán.

Según un documento de Indepaz, las investigaciones que llevó Pérez Parra contra paramilitares como Salvatore Mancuso y Carlos Castaño, la obligaron a salir del país en 2003 y está exiliada en Canadá.

“La fiscal Amelia Pérez Parra, que dirigió la UDH, fue desterrada en 2003. De larga trayectoria en la Fiscalía adelantó las investigaciones de las masacres de El Aro y Trujillo (varias matanzas cometidas entre 1986 y 1994 en Trujillo, Riofrío y Bolívar), los casos de desaparición forzada de Nidia Erika Bautista (30 de agosto de 1987) y Alirio de Jesús Pedraza Becerra (4 de julio de 1990), entre otros. Su situación se tornó crítica cuando tomó la determinación de abrir investigación contra el exgeneral Jaime Humberto Uscátegui Ramírez por la masacre de Mapiripán, por lo que le retiran el vehículo blindado y le disminuyen el esquema de protección”, dice el informe de Indepaz.

Ahora la Corte Suprema de Justicia deberá revisar la trayectoria de las candidatas y tomar una decisión para remplazar a Barbosa Delgado a partir del próximo año.

Retos en la Fiscalía

Juan Nicolás Garzón, profesor de Derecho y Ciencias Políticas en Universidad de La Sabana los divide en tres: “tienen un desafío muy grande en términos de enfrentar de manera decidida a las organizaciones que se encuentran al margen de la ley y que desarrollan actividades delincuenciales; además deben buscar una mejor articulación con el Gobierno”.

El tercer reto es que la nueva fiscal logre que la entidad se muestre como una institución, “debe cumplir sus propósitos de manera independiente, sin ningún tipo de intervención del Gobierno”, agregó el profesor de la Universidad de la Sabana.