Independientemente de que sea como empresa o persona natural, obtener una URL en internet es un asunto que no requiere mayor asesoría especial. En el mercado existen múltiples registradoras como Godaddy.com en la red, o entidades como Publicar S.A, la cual incluso se encarga de su mantenimiento.
Esta facilidad de registro en la red, que puede conseguirse incluso desde US$10, se ha convertido en un ‘dolor de cabeza’ para las empresas que facturan miles de millones de dólares, como por ejemplo Gucci o la farmacéutica Pfizer, ya que “cada vez es más frecuente que terceros compren dominios con nombres similares a las marcas que distinguen el origen de los productos y servicios ofrecidos por estas compañías frente a sus competidores”, explicó Natalia Zuluaga, especialista en propiedad intelectual de Abogados PrietoCarrizosa.
En el campo internacional, la entidad que se encarga de manejar el Sistema de Nombres de Dominio es la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (Icann). No obstante, resulta muy complejo controlar los registros porque, desde que estén disponibles, los nombres utilizados para los dominios pueden ser comprados aunque sean muy similares a los de marcas de compañías reconocidas.
Tal es el caso de Twitter, que demandó a la compañía Moniker Privacy Services por el registro del dominio Twitter.org, el cual es prácticamente idéntico al nombre comercial del demandante, y que fue inscrito en la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos con anterioridad.
Así mismo, la compañía brasileña de energía Petrobras, que tiene presencia en 28 países, se pronunció ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) por la disputa del dominio petrobras-juntos.com, que fue registrado por Helder Rodrigues en Melbourne IT Ltd.
De acuerdo con Zuluaga, “normalmente los demandados son personas naturales, quienes no tienen nada que ver con el dominio y que no pueden demostrar su utilización como una empresa que cuenta con una trayectoria comercializando ciertos productos o servicios”.
Sin embargo, también existen industrias constituidas que incluso se registran con nombres similares a la empresa original, para darle más “autenticidad” aparente al dominio y engañar a los usuarios de la red.
Un ejemplo de ello es la fábrica china de bolas Magic 8, la cual fue demandada por Mattel por el nombre de su dominio: magic8balls.biz, que es similar al nombre de una gama de juguetes de la gigante estadounidense, denominada Magic Bola 8, la cual fue introducida como marca registrada en el mercado americano en 1963, y en el país asiático desde 2005.
Otro caso similar le ocurrió a una filial de Gucci que tuvo que demandar a una empresa de zapatos China, cuya razón social se inscribió como UK Gucci International Limited, para “darle más peso” a su dominio gucci-e.com, desde el cual se vendían productos de Gucci falsificados.
La excepción a la regla
De acuerdo con los registros de los casos arbitrados por la Ompi, acción que es solicitada por el demandante después de pagar alrededor de US$2.000 y brindar sus datos, la mayoría de demandas son ganadas por las grandes empresas a quienes se les transfieren los dominios en disputa, los cuales son casi siempre eliminados por la Icann a petición del ganador. Lo anterior, teniendo en cuenta que muchos de los sitios web registrados ni siquiera son utilizados, sino que son creados por terceros pensando en fines lucrativos aprovechando el reconocimiento de otros.
En marzo del año pasado, uno de esos pocos casos en los que se favorece al demandante ocurrió con una empresa colombiana. La Ompi desestimó la demanda de la Universidad de Harvard contra el Colegio Harvard, establecimiento de nivel secundario en la modalidad de bachillerato por ciclos con sede en Bogotá y Bucaramanga, la cual fue presentada por el registro del dominio www.colegioharvard.edu.co.
Este caso también representó una disputa marcaria en el país. Andrés Izquierdo, uno de los abogados defensores del demandado, dijo que “el colegio se había registrado antes que se hubiera inscrito la marca de la Universidad en Colombia, además, no se estaba usando el sitio para publicidad engañosa o para montar pornografía; es decir, de mala fe, sino que era un negocio legal y antes el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina se había pronunciado sobre la posibilidad de coexistencia sin problemas de las marcas”.
La Falta de normatividad
No existe una regulación clara sobre los derechos de propiedad alrededor de los nombres de los dominios en internet, especialmente en Colombia, donde los casos suelen ser resueltos por un juez ordinario del circuito municipal. El abogado de propiedad intelectual de Gómez-Pinzón Zuleta Abogados, Mauricio Jaramillo, recomienda a los empresarios “definir una estrategia de protección consistente de la compañía y de la marca, siendo proactivos y no reactivos, y los costos varían de acuerdo al alcance de la táctica”.
Según la abogada de PrietoCarrizosa, Natalia Zuluaga, desde marzo se puede conseguir en el mercado un sistema de protección de marcas: TradeMark ClearingHouse (Tmch), que por un costo le permite a las empresas inscritas tener prelación en la adquisición de los nuevos dominios y recibir notificaciones al registrarse un dominio con su marca.
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