Los tribunales penales de Gran Bretaña, una vez preciados, están totalmente rotos

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Durante mucho tiempo, los tribunales británicos se enorgullecieron de su reputación internacional por el estado de derecho, enfatizando la equidad del sistema que garantiza que todos tengan acceso a un abogado.

Pero ahora son los propios abogados penalistas los que se sienten maltratados, dejados atrás por un sistema que ha sufrido una falta de financiación crónica durante años. Una vez preciados, los juzgados se han deteriorado o se han vendido. Los ujieres y empleados, cruciales para el buen funcionamiento de los casos, se han reducido a equipos mínimos. Los abogados de Inglaterra y Gales, reconocibles por sus tradicionales togas y pelucas de pelo de caballo, planean ahora una huelga indefinida; en resumen: la máquina que alguna vez estuvo bien engrasada se descompuso.

“El agotamiento y la degradación del sistema de justicia penal por parte del gobierno es la razón por la que está en el estado en que está”, dijo Jennifer Devans-Tamakloe, quien se unió a las cámaras de abogados hace tres meses.

La huelga significa que los asuntos judiciales se paralizarán en todo el país a partir del 5 de septiembre. Las vidas de los acusados ​​y las víctimas quedarán en suspenso a medida que los casos relacionados con algunos de los delitos violentos más graves se retrasen una y otra vez. Ya colapsado por una acumulación de casos, el sistema ahora está colgado en casi 60.000 juicios, cerca de un máximo histórico.

Los abogados junior ganan muy por debajo del salario mínimo, llevándose a casa tan solo £77 (US$90) para algunas audiencias antes de deducir los gastos de viaje y oficina. Es posible que la profesión todavía tenga un sentido de tradición y poder, pero ha habido un éxodo alarmante, con hasta una cuarta parte de los abogados penales renunciando en los últimos cinco años.

En los primeros días de lo que antes era una huelga intermitente, los abogados debatían si presentarse con pancartas frente a los tribunales con su atuendo habitual en caso de que jugara con la imagen elitista de un abogado bien pagado. De hecho, los abogados en sus primeros tres años, que trabajan por cuenta propia, pueden llevarse a casa poco más de £12.000 (US$14.203) al año, según Criminal Bar Association.

“Esta es una llamada de advertencia tan fuerte como podemos sonar”, dijo Tomas McGarvey, un abogado que anteriormente se enfocaba únicamente en el derecho penal, pero se vio obligado a diversificar su práctica en otras áreas. “Aparte de esto, no estoy seguro de lo que podemos hacer. Creo que existe un riesgo real de que el sistema de justicia penal tal como lo conocemos se derrumbe”.

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El verano de paros en el Reino Unido se ha extendido por todas partes a medida que los trabajadores protestan por los bajos salarios y las malas condiciones laborales en el contexto de una creciente crisis del costo de vida y el aumento de la inflación. Con la interrupción de los ferrocarriles, las aerolíneas y los muelles, el país ha visto la acción industrial más sostenida desde principios de la década de 1970. Este otoño, el caos se extenderá a través de los servicios públicos a hospitales y escuelas, pero los abogados criminalistas dijeron que les resultó más difícil tocar la fibra sensible del público en general.

Las ganancias de los abogados de la asistencia legal (los fondos del gobierno disponibles para los acusados ​​que de otro modo no pueden pagar para ser representados en la corte) cayeron un 23% en un año durante la pandemia con más de 80% de los miembros de la CBA obligados a endeudarse personalmente, según el sindicato. La dirigencia exige un aumento salarial de 25% en las tarifas, luego de haber rechazado una oferta del gobierno de 15%.

La CBA, que representa a cerca de 3.000 abogados especialistas, se enfrenta a un Gobierno decidido que se niega a sentarse con ellos desde la oferta rechazada y que ha tildado las huelgas de “irresponsables”. El Lord Canciller, Dominic Raab, acusó al grupo de “retener la justicia como un rescate”, y culpó a los abogados de prolongar la angustia de las víctimas y las familias que buscan justicia.

La huelga a gran escala está programada para comenzar el 5 de septiembre. Es la misma semana en que el Reino Unido tendrá un nuevo primer ministro tras la partida de Boris Johnson.

Además de la enorme acumulación de casos, se han perdido más de 6.000 audiencias judiciales desde que comenzaron las huelgas a principios de este verano, incluido el juicio de dos mensajeros en el corazón de una de las redes de lavado de dinero más grandes del Reino Unido.

Para el juez Nigel Lithman, que ahora se desempeña como juez pagado en los tribunales penales, los tribunales del Reino Unido alguna vez fueron un importante punto de venta en el extranjero.

“El sistema de justicia penal, que solía ser la envidia del mundo, en mi opinión, francamente, se ha vuelto vergonzoso”, dijo Lithman, autor de un libro titulado “Nada como la verdad”. “La barra criminal joven mantiene el sistema funcionando. Pero no puedes obligarlos a hacer un trabajo que no pueden permitirse”.

El desmoronamiento del sistema legal se produce en un contexto de cierre de tribunales. Unas 244 cortes y tribunales han sido cerrados desde 2010, dijo el gobierno en febrero. Los tribunales estaban infrautilizados, en ruinas o demasiado cerca unos de otros, dijo el Ministerio de Justicia.

El vaciamiento de la barra junior deja una carga de trabajo aún mayor para los que quedan, dijo Devans-Tamakloe. Sus compañeros se están embarcando para trabajar para reguladores como la Oficina de Fraudes Graves y la Autoridad de Conducta Financiera para ayudar a dirigir investigaciones internas para obtener mejores salarios.

“No somos suficientes para cubrir el enjuiciamiento y la defensa de estos casos graves”, dijo.