Más de la mitad de los bogotanos está insatisfecho con la gestión de la Policía metropolitana

Las actuaciones de la Policía Nacional en el marco de las movilizaciones sociales de noviembre de 2019 y septiembre de 2020, esta última desatada por el asesinato del abogado Javier Ordóñez por expatrulleros de la Policía, han aumentado el descontento frente a esta institución.

Esta vez, el Distrito mediante la Secretaría Cultural de Bogotá realizó un estudio a 600 hogares de 10 localidades de Bogotá en donde se mostró que al menos 56% de los ciudadanos está insatisfecho o, incluso, muy insatisfecho con la Policía metropolitana.

En ese sentido, la encuentra distrital reveló también que 83% de los encuestados considera que es necesario hacer una reforma a la Policía debido a los múltiples actos de exceso de poder contra la población y a los escándalos delictivo en los que se han visto involucrado los miembros de la cúpula policial.

Sin embargo, según los datos, esta no sería una percepción producto de los últimos hechos de abuso de autoridad de este organismo, sino que la encuesta percibe que en los últimos años ha disminuido la confianza en la Policía. El estudio señaló que en 2008 43% de los ciudadanos decía que confiaba en esa autoridad, mientras que para 2018 la cifra disminuyó considerablemente quedando en 20% el nivel de confianza hacia esta autoridad.

“Seis de cada diez habitantes de Bogotá rechaza el uso de gases lacrimógenos o de la fuerza corporal por parte de la Policía en el marco de las manifestaciones. Cuando se refiere al uso de armas de fuego, más del 90% de la ciudadanía rechaza esa acción”, aseguró el estudio que cita La Fm.

Por otro lado, se afirmó que “siete de cada diez habitantes de Bogotá dicen que nunca se justifica el uso de la violencia en las manifestaciones por parte de la ciudadanía, ni de la Policía”.

En cuanto a las manifestaciones ciudadanas, 75% de los encuestados negó justificar la violencia por parte de ciudadanos y aunque 30% justifica el bloqueo de vías, menos de 5% justifican la violencia contra policías, CAI u otros bienes públicos.

Y aunque para un sector político, social, incluso, para la misma Policía estas actuaciones violentas de la entidad corresponde a "manzanas podridas" para otros sectores esto corresponde a una violencia sistemática e incluso histórica que a falta de una formación en derechos humanos y conocimiento de las leyes, se vienen generando actuaciones arbitrarías en contravía de la razón de ser de la Policía, como lo han mencionado quienes vienen exigiendo una reforma a la institución.