Estos son algunos mitos sobre el voto en blanco para elecciones en segunda vuelta

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De cara a la segunda vuelta presidencial, los candidatos buscan ampliar su base de votantes, especialmente entre el grupo de electores que piensa votar en blanco, una opción tan legítima como simbólica.

Para la primera vuelta, el voto en blanco representó 1,71% del escrutinio total (365.764 votos), un número significativamente bajo con respecto a los sufragios obtenidos por algunos candidatos. Sin embargo, se han generado dudas respecto a si los votos en blanco se suman al candidato que más sufragios obtenga durante la jornada, una premisa calificada como “mito” por la Registraduría, pues, según ha explicado la entidad, el voto en blanco se contabiliza independientemente, al igual que se hace con los sufragios logrados por cada candidato.

Otro escenario, no muy probable pero que despierta interrogantes en los electores, es en el que el voto en blanco llegase a obtener la mayor votación durante la segunda vuelta. En esa circunstancia, este tendría un efecto simbólico más no jurídico, pues según la Constitución, en el parágrafo primero del artículo 258, “solo en la primera vuelta presidencial se debe repetir la elección cuando gana el voto en blanco”.

Esto quiere decir que, en el caso hipotético de que el voto en blanco sea el gran ganador de la jornada, las elecciones no se repetirán y el aspirante que más votos haya obtenido será el próximo presidente.

Esta alternativa no debe confundirse con los votos nulos, que en la primera vuelta representaron 1,13% del escrutinio (242.547 votos). Como recordó el ente electoral, “el voto nulo es aquel en el que no se puede identificar cuál es la intención del elector”. Esos, aclaró la entidad, tampoco serán sumados, bajo ninguna circunstancia, a los votos obtenidos por alguna de las opciones en el tarjetón.