La organización británica UK Uncut, que combate los recortes del Gobierno y la evasión fiscal de las grandes empresas, perdió ayer una demanda legal que buscaba anular un acuerdo fiscal del departamento Hacienda británico con el banco de Estados Unidos, Golman Sachs.
La Hacienda del Reino Unido aceptó en 2010 -en una negociación que afectó a varias empresas- condonar al banco estadounidense parte de los intereses generados sobre una factura fiscal, a cambio de que saldara su deuda.
UK Uncut, entidad sin ánimo de lucro, pidió a principios de mayo a un tribunal británico que revisara ese acuerdo por considerar que era ilegal y violaba las obligaciones del erario público.
No obstante, según la sentencia del Tribunal Supremo, el juez consideró que el acuerdo era legal pero criticó que se había hecho a puerta cerrada y sin la debida autorización o referencia de los abogados.
La ONG británica aseguró que la dirección de Hacienda había accedido a pactar con Goldman Sachs, con el fin de evitarle un escándalo al ministro de Economía, el conservador George Osborne, quien acababa de anunciar mano dura para hacer que las empresas pagaran sus impuestos. Los abogados de la entidad sostuvieron que el acuerdo, por el que el banco se ahorraba hasta US$30 millones en intereses, había sido considerado “razonable” en 2012 por la Oficina de Auditoría Nacional.
Por su parte, el director de UK Uncut Acción Legal, Martin Worthy, mostró su “decepción” por el dictamen pero señaló que “este caso demuestra que las promesas del Gobierno sobre el pago de impuestos (por parte de las grandes empresas) son solo eso, promesas sin sustancia”. “Obviamente, mientras estamos profundamente decepcionados de que este acuerdo no ha sido declarada ilegal, la decisión del juez que altos funcionarios jugaron con políticas importantes en acuerdos fiscales para proteger la reputación de Osborne, es un importante victoria en exponer la verdad detrás de estos acuerdos secretos”, agregó.
Mediante un comunicado, el Departamento de Hacienda dijo que “los acuerdos fiscales con las grandes empresas son parte fundamental de cómo asegura ingresos fiscales para el país y sin ellos las finanzas públicas del Reino Unido quedarían seriamente dañadas”. Así mismo, el Tribunal aseguró que “el acuerdo con Goldman Sachs no es un episodio glorioso en la historia de la Hacienda”, y agregó que los funcionarios que negociaron el acuerdo, necesitaban de aprobación.
Por su parte, los abogados que representaban a la autoridad fiscal, defendieron el acuerdo diciendo que era uno de los cinco grandes negocios declarados razonables. Además, la ONG británica dijo que se equivocan al permitir que las empresas ricas pudieran evitar millones en impuestos, mientras que el gobierno puso medidas de austeridad a los pobres y los contribuyentes ordinarios estén siendo perseguidos por cada centavo.
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