“Se necesita técnica y seguridad para regular la inteligencia artificial en los juzgados”

En el marco del foro “Abogados en tiempo de inteligencia artificial”, se abordó la problemática de cómo la tecnología y la inteligencia artificial están teniendo un impacto significativo en el sector legal y cómo estas herramientas están siendo utilizadas para mejorar la eficiencia, la precisión y la productividad en las tareas legales.

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Al menos 60 países realizan estrategias en inteligencia artificial, según el más reciente estudio de la Ocde “Uso estratégico y responsable de la IA” y la mayoría de esas naciones incluyen un énfasis específico en el sector público. Además, la Ocde también aseguró que Colombia y Uruguay lideran las innovaciones en IA.

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En medio del crecimiento de la IA, se identificó que uno de los sectores que más está involucrado con esta tecnología es el derecho, pues no solamente ha logrado optimizar procesos como la gestión de juicios, la facturación electrónica, el cobro a clientes y la revisión de documentos; también hay que enfrentar los vacíos legales en temas de propiedad intelectual o inconsistencias jurídicas.

Respecto a esto, Jorge Mario Rodríguez, CEO de Easy Iuris, aseguró que la IA y las tecnologías emergentes son un aliado del sector legal. “En sí mismas no son ni buenas ni malas, son herramientas y dependen del uso y del propósito”.

Martín Escobar, director de Servicios Legales de Kpmg Law, añadió que lo que hay que hacer es potencializar la IA al servicio del derecho para “enfocarse en los servicios estratégicos y en los componentes humanos de las relaciones con los clientes”.

Daniel Valencia, country Manager de Niubox en Colombia, dijo que cualquier herramienta tecnológica y cualquier proceso que surja entre el derecho y la IA, son un beneficio. “Sin duda cualquier realidad de negocio nueva es beneficiosa para el derecho. Por tanto, no es una amenaza, es un problema y como profesionales estamos enfocados en resolver problemas y viene asociado a la regulación”.

Los principales retos que enfrentan los abogados con la IA en el ámbito legal son: identificar dónde el conocimiento jurídico va a generar valor, Rodríguez aseguró que algunas tareas en este sector serán reemplazadas con la tecnología y por eso es indispensable adaptarse. “El oficio de abogados es un oficio de confianza, de creación de relaciones humanas y eso difícilmente la IA lo va a reemplazar”.

Por su parte, Escobar resumió los retos en tres: el regulatorio, “hay un desafío para anticiparse a la norma para poder viabilizar los avances tecnológicos”; el segundo, la propiedad intelectual (PI), “no se sabe cómo se comen ciertas cosas en materia de PI, por ejemplo, si uno habla de Metaverso, no se sabe a dónde vamos a llegar con él”; y tercero, en temas laborales, “¿cómo se va a jugar o cómo se va a descuadrar la ecuación laboral producto de los avances tecnológicos y de la IA?”

En cuanto a la regulación, Valencia aseguró que hoy en día no se ha llegado ni a 1% de las probables discusiones jurídicas en torno a la IA. “Ese reto lo podemos asumir desde dos perspectivas: primero, desde la formación jurídica que tiene que cambiar, la memorización y la idea de comportarnos como máquinas del conocimiento, tiene que cambiar, tenemos que formar abogados que se adapten a realidades de negocio; por otra parte, desde el criterio jurídico que nos permite tomar decisiones, interpretar y dar un consejo legal. Ese criterio lo tenemos que defender porque probablemente la máquina no lo tenga”.

Para Valencia se debe entrar en una fase de regulación abierta. “Para que escuchemos a todos los actores del ecosistema, pero también para hacer seguimiento a todas las recomendaciones que hagan los actores, porque la regulación se puede terminar construyendo desde una sola posición”. Agregó que más que celeridad en la regulación se debe tener en cuenta la técnica y la seguridad.

Por su parte, Rodríguez dijo que, antes de regular, hay que entender la Inteligencia Artificial. “Entonces, primero entendamos y, a partir de ahí, si vemos qué regulación es necesaria y tomamos el enfoque que ya está dado por el Sistema Financiero que es de prevención y gestión de riesgos. Yo no voy a regular la tecnología, lo que yo voy a regular son los riesgos derivados de la aplicación de la tecnología”.