¿Quién decide?

El Gobierno Nacional pierde así, por esta vía, el control de sus políticas públicas, de sus programas, de sus proyectos y de sus obras. Si se acepta la interpretación simplista que se lee en todos los diarios y se escucha en las noticias, donde los políticos y otros analistas han opinado que resulta imperativo materializar su resultado negativo, debe concluirse que las cosas cambiaron en el país, pero no para bien. No se trataría entonces de que el Gobierno Nacional coordine y colabore, como algunos han entendido, con los gobiernos regionales y locales, armonizando las regulaciones, sino que sería necesario someter al voto popular las decisiones de Estado y de Gobierno, las cuales con 3.000 votos o menos se podrían abortar. ¿Es este el sentido de la participación ciudadana? ¿Cuánto le costará al país proceder de esta manera? Para contestar esta última respuesta, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en respuesta a la Procuraduría General de la Nación, el 17 de febrero del presente año opinó que los efectos serían: “a. La incertidumbre que suscita la Consulta Popular puede desincentivar la inversión en exploración y en explotación del sector minero-energético. b. Menores inversiones se ven reflejadas en una disminución en la producción y de la Inversión Extranjera Directa (IED) correspondiente al sector. c. Niveles más bajos de producción generan menores utilidades corporativas, disminución en el pago de regalías (principal fuente de recursos para hacer inversión regional), caída en las exportaciones y una reducción en la generación de empleo asociado a las actividades extractivas. d. Una disminución en la IED redunda en restricciones en el financiamiento externo que, con todo lo demás constante, produce una depreciación nominal del peso colombiano. e. Mayores niveles de la tasa de cambio se traducen en presiones inflacionarias y en una contracción de las importaciones. f. Una alta inflación aunada con una caída en las importaciones se ve reflejada en la desaceleración del consumo y la inversión (formación bruta de capital). g. La moderación en el consumo y en la inversión, sumado al impacto negativo sobre las exportaciones y el empleo terminan afectando negativamente la dinámica del PIB.”

Por esto, flaco servicio le hacen al país, quienes con intereses mezquinos y difundiendo información sesgada y malintencionada, movilizan las comunidades en contra de los proyectos de interés nacional. Igualmente, debe llamarse a la responsabilidad a quienes opinan sin estudiar debidamente las implicaciones del tema. Decir que si explotar fuera tan beneficioso la gente votaría por el sí, es simplificar indebidamente un asunto complejo. Ojalá se recupere la sindéresis y podamos aplicar la democracia participativa dentro de los límites de la razonabilidad y la proporcionalidad y, sobretodo, sin perjudicar de la manera en que se está haciendo, a un sector económico que tanto aporta al país. De no ser así, continuarán otros sectores por este sendero, que llevaría a la parálisis del aparato productivo del país.