En la actualidad salvo tres oscuros países árabes no envían en sus delegaciones mujeres, el resto cuenta con mujeres deportistas que competirán por aproximadamente la mitad de las medallas (un poco menos), el camino ha sido largo y complejo. Hasta hace no muy poco se pensaba que algunos deportes no eran femeninos o simplemente que las mujeres no podían realizar tal o cual ejercicio; así, los primeros eventos para mujeres fueron el tenis y el golf en París por allá en 1900.
Apenas en 1928 se les permitió competir en pruebas de atletismo y finalmente para 2012 con el boxeo, mujeres y hombres compiten en todos los deportes, al menos en los de verano. El desarrollo ha sido lento, para 1984 penas el 23 por ciento de los participantes eran mujeres cifra que para Londres fue superior a 44%, número cercano a la paridad de género que existe en el planeta.
En Colombia, elevado como principio constitucional la igualdad de género hasta hace poco tiempo el tema no ha sido manejado como lo pretendía el constituyente; salvo en los últimos juegos en los que la participación femenina colombiana superó en prácticamente un 25% la masculina, las mujeres han jugado un papel secundario. Desde 1932 hasta 1964 ni una sola mujer tuvo el honor de representar al país, apenas para los juegos olímpicos de México en 1968 cinco mujeres colombianas pudieron hacer parte de este evento. Haciendo la salvedad de Londres, las mujeres siempre han jugado un papel, en cuanto número de participantes, secundario, no así en cuanto a logros; las únicas medallas doradas de la historia de Colombia en los olímpicos han sido femeninas, María Isabel Urrutia y Mariana Pajón lograron lo que infinidad de hombres mucho más preparados, acompañados y ayudados han podido hacer.
En atletismo, pesas, ciclismo judo, han sido las mujeres quienes se han destacado y han logrado medallas y grandísimos triunfos, desde Ximena Restrepo hasta Caterine Ibargüen las medallas han sido femeninas. Salvo talvez en ciclismo con Lucho Herrera y Nairo Quintana y el boxeo, son las mujeres las dueñas de los mayores logros deportivos Colombianos. Mujeres que nunca tienen el mismo apoyo que los caballeros, algunas tienen que prepararse fuera del país pues no existen los recursos para ellas y que con el mismo fervor cantan el himno con la medalla en el cuello. Como anécdota también es importante que, el hasta ahora único participante colombiano en los juegos de invierno, es una mujer, la colombiana Cynthia Denzler.
A nivel local, las competencias femeninas son mal organizadas y totalmente descuidadas, aún el fútbol, deporte mediático por excelencia, las mujeres adolecen del apoyo que sus congéneres; en los pasados mundiales femeninos de Canadá ningún dirigente importante acompañó al equipo pues estaban todos en Chile con la selección masculina de mayores que realizó un papel bastante mediocre en contraste con partidos brillantes de las chicas súper poderosas.
La tan añorada igualdad de género, elevada a precepto constitucional debería ser observada por los presidentes de federaciones deportivas, no solo por el derecho que las mujeres tienen de ser tratadas de manera igual a los hombres sino porque, con cifras en la mano, hay mucha más posibilidad de obtener triunfos importantes con ellas.
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