Muchos gobiernos utilizaron y seguramente utilizarán los logros de sus deportistas para enaltecer sus políticas; el fútbol, por su presencia mediática y la cantidad de seguidores es una actividad deseada por cualquier persona para ser utilizada en una campaña.
A pesar de estar expresamente prohibido en estatutos de Fifa, en Argentina durante muchísimo tiempo se utilizó el fútbol profesional y específicamente la transmisión por televisión de los torneos profesionales como plataforma de divulgación de la política de su presidente. Se creó “fútbol para todos”, entregó cantidades enormes de dinero directamente a los dirigentes de AFA y tomó el control de gran parte de la actividad de este deporte; los campeonatos fueron manejados con clara visión política sin que ni en AFA ni en Fifa existiera oposición alguna.
El actual gobierno argentino hace grandes esfuerzos por zafarse de tan pesado lastre; los equipos por el contrario se encuentran en grandes dificultades para encontrar el dinero que hasta poco tiempo era regalado por el estado.
En Colombia la situación no es tan dramática, evidentemente algunos jugadores y deportistas han sido utilizados por los gobernantes bien sea para mejorar su imagen o para promover determinado asunto puntual. El triunfo de Nairo Quintana en la vuelta a España me trae a la memoria los alaridos del entonces presidente Virgilio Barco, con la camiseta amarilla (por esa época el color del líder era amarillo) desde el balcón de palacio. El camión de bomberos, remplazado por modernísimos buses siempre ha sido una tarima deseada para politicuchos que de manera obscena pretenden parecerse a los deportistas.
Generalmente son los grandes deportistas, los ganadores, aquellos que con más facilidad pueden o intentan divulgar sus ideas. Esteban Chaves, en pleno giro de Italia increpó al alcalde Enrique Peñalosa por impedir la llegada de la vuelta Colombia a Bogotá y por la ausencia de equipo bogotano para esta disciplina, luego, Winner Anacona también increpó al presidente Juan Manuel Santos e indicó el cero apoyo del estado al ciclismo. Por su parte, el gran Nairo, hace llamados a la paz.
Desde muchísimo tiempo varios deportistas han manifestado sus preferencias políticas o su opinión frente a algún aspecto, César Luis Menotti o Carlos Caselly en su momento se manifestaron en contra de brutales dictaduras, otros más tibios como Pelé apoyan permanentemente el establecimiento y defienden a políticos y dirigentes; Romario, ya senador atacó y sigue atacando a los delincuentes que utilizaron el fútbol para hacerse enormemente ricos.
Finalmente el colombianísimo Gerard Piqué habla sin tapujos de su catalanidad. Los seres humanos somos por naturaleza políticos, los deportistas venden, venden camisetas, celulares, hasta países, por qué no van a poder al menos divulgar sus ideas, el deporte no debería participar en política, pero los deportistas no tienen por qué ocultar sus preferencias.
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