El pasado viernes, finalmente, Inglaterra salió de la Unión Europea; las consecuencias económicas, migratorias y laborales de esta transformación han sido analizadas a profundidad. En esta columna, he planteado varias veces esta situación desde el punto de vista deportivo y específicamente del fútbol profesional, las planteé en su momento como situaciones puramente hipotéticas que hoy, lunes 3 de febrero, son un hecho.
El fútbol inglés tiene dos entidades que en este momento están en una pugna importante por definir las consecuencias de la salida de la Unión Europea; por una parte la Federación Inglesa como ente máximo del fútbol en Inglaterra y, por la otra, la Premiere League como organizadora del campeonato profesional más importante y de mayor calidad en el mundo; van algunos problemas.
Cuota de extranjeros, el mayor problema será la cantidad de no ingleses que cada equipo de la premier podrá tener, hasta el pasado viernes no se podía considerar como extranjero un jugador de la Unión Europea, españoles como Mata y Pedro, daneses como Schmeichel o belgas como De Bruyne jugaban sin mayor problema en sus equipos, pues de acuerdo con la decisión Bosman no podía haber discriminación con los nacionales de la Unión Europea dentro de la ella, a tal punto que equipos como el Barcelona en su momento llegó a alinear a ocho holandeses. El Manchester City tiene 11 europeos y el Tottenham nueve en su nómina que podrían haber jugado un partido sin ningún inconveniente. Pues bien, la federación plantea una modificación a sus reglamentos para que nativos ingleses sean mayoría en estos equipos; ignoro si se considerarán extranjeros los galeses, escoceses e irlandeses, pues este país es el único que tiene cuatro federaciones.
Según la Federación Inglesa esta limitación hará mejorar la selección, hecho refutado de manera clara por la selección francesa, pero eso dicen. Ahora para un portugués, firmar contrato de trabajo en un club inglés será mucho más complejo. Debe haber participado en al menos 30% de los partidos de su selección nacional.
Otro tema importante será la transferencia de menores, hasta el viernes el movimiento de jugadores menores de 18 años con nacionalidad europea era más o menos sencilla para los clubes de la premiere, en estos momentos también se hará mucho más compleja esta operación pues, nuevamente, ya Inglaterra no hará parte de la Unión Europea y las reglas de Fifa hablan de menores dentro de la UE por lo que será igual de difícil transferir un menor de 18 años desde Colombia a Inglaterra que desde Francia o España.
Todo esto van en contravía con los deseos de la Premiere League, en estos momentos la mejor competición del mundo, que entiende que la calidad de su competición tiene que ver precisamente con el número de extranjeros de sus equipos. Seguramente para la competencia que iniciará en agosto de este año habrá limitaciones fuertes para los continentales europeos por parte de la Federación y la Premier, entidad “semi independiente” de esta intentará por todos los medios eludir cualquier restricción para contratar y dejar que sus equipos, con cantidades enormes de dinero, sigan contratando como lo vienen haciendo.
Es posible que como ocurrió en el siglo XX, el fútbol eluda estos aspectos, porque como dicen por ahí “el fútbol es diferente”. Las políticas restrictivas frente a los nacionales europeos serán impuestas a rajatabla, no sabemos si esto será así para el Chelsea, el Arsenal y el resto de los equipos.
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