Quien ha logrado dejar a un lado los rumores y mostrar pruebas es el periodista británico Andrew Jennings, que de manera metódica y por más de 15 años se dedicó a investigar los oscuros manejos que los señores Joao Havelangue y Joseph Blatter; hay muchos vídeos en los que de manera poco amable se le invita a retirarse de ruedas de prensa y eventos de Fifa pues el tesón de este inglés logra sacar de casillas a los dirigentes. El resultado mas reciente de todas sus investigaciones es un delicioso libro denominado La caída del Imperio.
Se trata de una investigación absolutamente rigurosa donde con gran sentido periodístico y con criterio jurídico en temas como recolección de pruebas, presunción de inocencia y por su puesto manejo de derecho penal, financiero y por su puesto deportivo, desenmascara toda la trama corrupta del fútbol.
El libro es devastador y narra con lujo de detalle los sobornos. Cuenta que en las elecciones para las sedes de los diferentes mundiales se cambiaban votos por muchísimo dinero; también se comenta la forma en que las autoridades de Fifa, con dinero ajeno, proveniente del fútbol, de campeonatos y de jugadores que nunca han visto ni verán semejantes sumas, se han enriquecido de manera obscena.
Llama la atención la avidez de quienes detentan el poder, para apropiarse ilegalmente del dinero y la pasividad de quienes no lo tienen. Siempre he supuesto que quienes de manera honrada no toman el dinero (en Fifa) pero no denuncian ni hacen nada, esperan su oportunidad para hacer lo que con su silencio encubren.
La corrupción denunciada y narrada no es nueva ni exclusiva de Fifa, el mismo Jennings narró hace mucho más tiempo las tramas corruptas y los malos manejos del Comité Olímpico Internacional en el libro ‘Los Señores de los Anillos’ y con la misma contundencia narra la forma en que, al igual que los mundiales de fútbol, las sedes de los juegos olímpicos de verano y de invierno son entregados al mejor postor, no en cuanto a calidades de la ciudad y sus escenarios sino a aquella delegación más generosa con el comité evaluador.
Los recursos que indica este periodista que son enviados a cuentas personales de personas corruptas, totalmente ajenas al deporte son sumas fabulosas que deberían ser destinadas, indudablemente, a los deportistas que son quienes logran, gracias a su esfuerzo, dedicación y transpiración estos contratos. Cualquier dólar o euro desviado implica un escenario inadecuado o simplemente no terminado, o un deportista que no está bien remunerado o simplemente un atleta que no puede participar en determinada competencia por falta de recursos.
En Colombia no se han realizado investigaciones como las mencionadas y si es conocido en el medio deportivo que existen federaciones con presidentes títeres que nada deciden, manejados por dirigentes de vieja data que controlan a su antojo el presupuesto y las actividades de determinado deporte. Hace muy poco tiempo, la atleta más importante de nuestro país Catherine Ibargüen, protestó en la forma como los atletas son tratados, o mejor como son maltratados y, de acuerdo a lo dicho por la deportista, les entregaron indumentaria inadecuada y de cualquier talla. Como resultado de estos oscuros manejos de manera periódica aparecen noticias que indican que determinada delegación o equipo no puede participar en una competencia internacional por falta de recursos, recursos que la mayoría de las veces son públicos y deberían ser manejados de manera pulcra.
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