Aunque esta estrategia resulta efectiva para algunas empresas, existen riesgos para los empresarios - especialmente por desconocimiento de las normas- que implican tener en cuenta medidas preventivas.
Como es muy factible que se presenten riesgos y problemas sobre la marcha, es conveniente para las partes fijar mecanismos alternativos para la solución de conflictos, pues en la mayoría de las jurisdicciones el tiempo que tardaría resolver las diferencias que surjan sería considerable y el resultado no necesariamente sería el mejor para las partes, en cuestión de tiempo y costos. En especial la conciliación y el arbitraje constituyen herramientas efectivas, claro está señalando en el contrato los mínimos exigidos para su eficacia y aplicación inequívoca.
Teniendo en cuenta que en este tipo de negocios jurídicos participan actores de diferentes nacionalidades (en la mayoría de los casos), es muy importante determinar cuál es la Legislación Aplicable, en especial determinar con exactitud las disposiciones que regirán la relación contractual, pues en caso de que surjan conflictos en la ejecución o la interpretación del contrato, se facilita la defensa y la toma de decisiones previo a la iniciación de las acciones contractuales.
Por otro lado, existen en el escenario internacional múltiples herramientas que facilitan la determinación de las condiciones contractuales en materia logística, reglas y definiciones que permitirán al empresario conocer hasta donde llega su responsabilidad y de manera proporcional sus gastos. Los Incoterms o Términos Internacionales de Comercio, existen para facilitar a los empresarios esta labor, y determinar previamente la forma en la que se realizará la entrega, las responsabilidades y los costos, entre otros aspectos. Para conocer el alcance de estos términos comerciales, recomendamos consultar a la Cámara de Comercio Internacional (CCI).
Naturalmente la información que suele circular con ocasión y dentro del marco de un contrato de distribución puede resultar sensible para una empresa, de esta manera se deben incluir cláusulas que aseguren la confidencialidad y el manejo apropiado de la información privilegiada.
La delimitación clara del territorio permite controlar el mercado de manera objetiva, dejar una zona sin una delimitación sería un riesgo que no recomendamos asumir a ningún empresario, pues se estaría exponiendo a perder la posibilidad de control, y se vería en la necesidad de iniciar procesos adicionales para la determinación del mismo.
Finalmente la entrada de las empresas en otro territorio (directa o indirectamente) siempre supone un reto a la propiedad industrial, pues a través de estas herramientas es que se puede garantizar la exclusividad en el ámbito jurídico. Si el empresario cuenta con registros de marca y de patente (si corresponde) podrá contar con herramientas prácticas para controlar el mercado. Si no cuenta con estos derechos adquiridos, debe tomar las medidas de prevención y hacer las respectivas solicitudes para reducir los riesgos.
En resumidas cuentas no solo se deben negociar precios y condiciones de venta, sino que deben tenerse en consideración todos los aspectos mencionados para que el resultado sea favorable al empresario local.
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