Por supuesto, siempre me pregunto por qué Joplin tuvo que irse de forma temprana a la edad de 27 años, y cómo explicar la extraña coincidencia de que otros gigantes de la música, como Kurt Cobain, Jim Morrison, Amy Winehouse, Robert Johnson, Brian Jones, o Jimi Hendrix, también vieron finalizada su vida a la misma mítica edad, siempre en circunstancias trágicas.
Cobain, por ejemplo, poseedor de esa furia depresiva que tiene el extraño don de fascinar perturbando, dejó a la mitad del camino la tarea de consolidar el Grunge y de darle mayor contenido al lenguaje de la Generación X. Aún así, fue capaz de componer la auténtica y única Smells like Teen Spirit, a pesar de que con ella básicamente intentó plagiar a los Pixies, como él mismo dijo (1001 Discs, Robert Dimery, 2006). ¡Qué grande!
La muerte de Jim Morrison a sus 27 a causa de una sobredosis de heroína en París, uno de los mas influyentes íconos del rock de todos los tiempos y portavoz esencial de la contracultura americana y mundial, estremeció al mundo cuando apenas empezaba a descifrar la psicodelia fantástica de Soul Kitchen, o la coherente tergiversación de Break On Through.
Jimi Hendrix murió a los 27 años de edad en Londres el 17 de septiembre de 1970 en circunstancias que han sido ampliamente discutidas, y que aparentemente se relacionan con los excesos de alcohol y barbitúricos.
La majestad del sonido que explota desde sus dedos al contacto con las cuerdas de su Fender Stratocaster, le sirvió para ganarse el título del mejor guitarrista de todos los tiempos, solamente disputado tal vez por Jimmy Page, Eric Clapton o Carlos Santana.
Brian Jones, genio de la guitarra y la harmónica, nada menos que el fundador y líder original de los Rolling Stones, murió ahogado en la piscina de su casa a sus 27. Afortunadamente Sir Mick Jagger a sus 73 años sigue vivo y cantando.
Recomiendo vivamente el documental Amy que se puede ver en Netflix, que tiene la virtud de mostrar todo el recorrido de la vida de esta estrella británica, especial que está protagonizado en persona por la misma Amy Jade Winehouse, algo increíble porque es como si hubiese caminado toda su vida al lado de una cámara de televisión.
Amy murió en el 2011 en Londres a sus 27 años, víctima de una intoxicación de drogas y alcohol. Su primer álbum, Frank, con un claro sonido de jazz, logró un reconocimiento inmediato en las listas británicas, posiblemente porque puso sobre el tapete la inconfundible y maravillosa voz que luego le daría la fama incontrolable que la llevó a la muerte.
El video de la brillante canción de R&B Back to Black, dirigido por Phil Grifffen, deja ver el funeral de la propia Amy (protagonizado por ella), quién aparentemente se resiste a volver a vestirse de negro, como lo hacía en las épocas mas criticas de su vida personal.
En todo caso, ¡que viva la música!, como en la novela del escritor colombiano Andrés Caicedo, quien, a propósito, terminó con su propia vida a sus escasos 25.
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