La semana pasada se resolvió una interesante disputa de competencia en el mundo de la tecnología. En una demanda iniciada por Epic Games contra Apple, se puso sobre la mesa la discusión del presunto monopolio de Apple sobre el ecosistema iOS. El fallo de una corte de California puede ser tomado de alguna manera como una victoria para ambos bandos.
Por un lado, Epic Games debe pagar más de US$3,5 millones a Apple por la violación del contrato al eludir su procesador de pagos y ofrecer la compra de monedas digitales directamente a Epic dentro del juego Fortnite. Siendo esto una violación a los términos de los desarrolladores, Apple retiro a Fornite y otros juegos de Epic Games de su App Store. Por otro lado, Apple debe cambiar las reglas de la App Store para permitir que los desarrolladores utilicen otros sistemas de pago.
Además de las interesantes circunstancias del caso y de las distintas consecuencias del fallo, la estructura de la App Store de Apple podría cambiar. A nivel global, el mercado de los juegos móviles es actualmente uno de los mercados más dinámicos y lucrativos y la participación de Apple en ese mercado es enorme, más del 55 por ciento, lo que ha logrado gracias a la integración vertical de los iPhones, la App Store y el sistema operativo.
Este ecosistema permite a los desarrolladores llegar a casi mil millones de usuarios de iPhone. Pero, a cambio, se les ha exigido que utilicen el servicio de procesamiento de pagos de Apple para la mayoría de las transacciones digitales, en las cuales Apple cobra una comisión del 30% por cada venta de los desarrolladores. Epic Games, al eludir el procesador de pagos de Apple y ofrecer directamente monedas virtuales para compras in-game, evitaba el cobro de la comisión por parte de Apple.
Epic Games llevó su demanda a la batalla ideológica por un ecosistema más abierto. No obstante, el tribunal señaló que esta demanda tiene más bien un interés detrás del mercado de juegos móviles y Apple sería un impedimento para su conquista por parte de Epic. Según el tribunal, Apple no monopoliza el mercado de los juegos móviles a los ojos de la ley federal antimonopolio y aceptó el argumento de Apple de que su estricto control sobre la App Store es vital para la seguridad y para diferenciar iOS del entorno de Android.
A pesar de lo anterior, a Apple no le fue tan bien cuando el tribunal aplicó la ley californiana de competencia desleal. Aplicando esta ley, el tribunal concluyó que Apple debía dejar de prohibir que los desarrolladores se comuniquen con los usuarios, ya sea dentro o fuera de la aplicación, sobre métodos de pago alternativos, en tanto limita las opciones de los consumidores y protege injustamente a Apple de la competencia de precios. La empresa tendrá 90 días para ajustarse a estas condiciones.
Esta batalla continúa; Epic esta semana apeló el fallo del tribunal ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EEUU. En esa instancia seguramente otras importantes consideraciones en torno al derecho de la competencia se harán. Mientras tanto, posiblemente, los usuarios de la App Store podrían tener una gran cantidad de opciones para pagar a los desarrolladores por sus productos digitales, incluidos, quizás, algunos que no les cobran una comisión a esos desarrolladores.
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