En el mundo de hoy el futuro económico de los países está determinado por la capacidad de atraer capitales extranjeros. Los gobiernos que quieran desarrollar sus economías deberán cautivar inversión a través de diferentes modelos de desarrollo tecnológico y trabajar en el fortalecimiento de normas de propiedad industrial.
Hace un par de décadas los líderes en desarrollo tecnológico indiscutiblemente eran Estados Unidos, China, Japón y Alemania. En el caso particular de Estados Unidos, se crearon modelos de desarrollo tecnológico agrupados por regiones teniendo como epicentro una ciudad. Así nacieron los clusters y hubs; alrededor de estos, empezaron a crecer economías locales y se desarrollaron zonas geográficas, cada una desplegaba un sector de tecnología, como es el caso de los conocidísimos Silicon Valley y Blue Valley.
Sin embargo, la crisis de los últimos cinco años que vivió la economía mundial, especialmente en los Estados Unidos de América, provocó el encarecimiento de esas tecnologías. Al mismo tiempo, las economías de América Latina empezaron a recibir fuertes impulsos de sus gobiernos, que al mirar los ejemplos de los hubs en otras partes del mundo, especialmente los doce hubs de California, se dieron a la tarea de aplicar esos modelos y abonar todo el terreno políticamente para atraer inversión. 10 países latinoamericanos han suscrito acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y otros países, fortaleciendo las políticas de I+D al igual que la normativa de propiedad industrial.
La suma de estos dos factores (crisis de las países desarrollados y el buen clima de los países en desarrollo) hizo que, desde hace aproximadamente cinco años, la mirada de los capitales semilla y la inversión extranjera apunten hacia las economías en desarrollo como India, África y Latinoamérica. Esta última particularmente representa un mercado propicio para desarrollar tecnología, debido al bajo costo de mano de obra, la gran cantidad de instituciones educativas, el alto número de graduados en carreras tecnológicas y especialmente la fácil accesibilidad de rutas aéreas al continente desde cualquier parte del mundo.
Monterrey, México, cuenta con el prestigioso Tecnológico de Monterrey, gran incubadora de innovación y recibió en el año 2011 su primera Start up Weekend. Puede hablarse de Sidengo, como el más importante emprendimiento, que desarrolla páginas web, y Atumesa, sitio para pedir comidas en varios puntos del país. Por su parte en San Juan de Puerto Rico, surgió hace cinco años Start Ups of Puerto Rico, TEDxSanJuan y Startup Weekend de Puerto Rico.
En Caracas, Venezuela se abrió Wayra para trabajar en desarrollos tecnológicos con 10 equipos en la capital y Accede que es un gran hub de emprendimiento.
Guatemala no se queda atrás, y ha sido catalogada por el New York Times como un posible nuevo Silicon Valley incubando TecGuatemala toda la innovación. Por otro lado, en Perú, a Lima se le ha empezado a llamar Lima Valley encontrándose los hubs de Lima Tech Meetup y First Tuesday Perú, como también hay una academia Wayra. Entretanto Brasil, el gigante de Sur América, ha tenido una inversión en tecnología de US$570 millones por parte de Cisco, Microsoft que desde el año 2011 fabrica sus Xbox allí, a estos esfuerzos se suma Amazon Startups concentrando el emprendimiento brasilero al igual que el hub Recife.
En el caso de Chile, ha desarrollado el programa Startup Chile que otorga premios a emprendedores internacionales de US$40.000 para la realización de sus proyectos en Santiago, la capital. Argentina, incuba en su capital Buenos Aires el emprendimiento a través de Wayra, NTXPLabs y Palermo Valley.
El caso de Bogotá, Colombia, merece especial atención. La ciudad ha sido catalogada como uno de los nueve hubs tecnológicos del mundo con más desarrollo y visión, al lado de los hubs de Bangalore, Dublin, Amsterdam, Lisboa, Nairobi, San Petesburgo y Estocolmo. La capital colombiana tiene más de 115 instituciones de educación superior, de las cuales 100.400 profesionales técnicos se gradúan todos los años. Adicionalmente, el Gobierno colombiano ha creado incentivos tributarios de exención a la inversión extranjera del 175% a los proyectos de innovación y tecnología que se desarrollen en el país.
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