Las transformaciones tecnológicas en cualquier sector traen consigo retos técnicos, económicos y normativos, aunque los mas importantes son los relacionados con la adecuada implementación, y gestión de dichas tecnologías ya que el impacto que traen en la forma de hacer las cosas, en los usos y costumbres, e incluso en el entendimiento y comprensión de la utilidad y mejor funcionamiento de la tecnología implementada, son pasos mas lentos pero necesarios para una transformación real.
El pago electrónico de las tarifas de peaje en las vías del país, y particularmente el pago interoperable en el que el usuario tiene la facilidad de usar un único medio de pago sin importar quien es el responsable del peaje, es un proceso que muchos países desarrollados o en vía de desarrollo continúan atravesando, pero que hoy, en Colombia se demuestran sus ventajas que normalmente van asociadas al menor consumo de combustibles, la reducción de tiempos de viaje, mejoramiento de la seguridad vial en las carreteras, disminución del uso de dinero en efectivo, y a largo plazo la reducción del impacto ambiental, , entre otros aspectos.
En Colombia, podría decirse que el sueño de un sistema con estas características empezó en 2011 con el PND y los ITS (Sistemas Inteligentes de Transporte), pero solo hasta 2021 fue posible contar con una norma que tuviera las características adecuadas y el entendimiento correcto de las implicaciones de un sistema como este para nuestro país jurídica e institucionalmente, pero también para los usuarios y los responsables de los peajes.
De dicho entendimiento dan cuenta los 112 peajes que hoy, 17 meses después de adoptada la norma, están conectados con el sistema de IP/REV denominado COLPASS, marca del gobierno de Colombia que identifica los carriles habilitados en el país para prestar este servicio en los peajes.
Para llegar a este punto, los retos técnicos, económico y normativos que se han tenido que superar han sido inmensos, pero sería un error no reconocer que los que se enfrentan en el presente y se pueden visualizar en el futuro son igualmente grandes. La implementación en un 100% del sistema implica que todos los peajes del país estén interconectados para su pago electrónico por un único medio, y para ello aún faltan 63 peajes.
Al ser una tecnología nueva en el país, la implementación es el mejor escenario para la identificación de elementos para la puesta a punto del sistema, la facilitación de su implementación por los actores restantes y mas importante aun para la penetración del servicio, es decir, para su masificación.
Para este propósito la norma creo el Comité Técnico de Operación, en el que los responsables de los peajes (Operadores) y los prestadores del servicio de recaudo (Intermediadores), junto con el Ministerio de Transporte, pueden evaluar de manera permanente el funcionamiento del sistema y proponer ajustes, en un claro ejemplo de la colaboración publico-privada que tanto propugna la gobernanza.
Ese escenario, aunque se puso en funcionamiento, parece estar aun en un proceso de afianzamiento que debe ser impulsado por el mismo gobierno a través del MT y las entidades del sector, que son las mas interesadas en que todo funcione bien en razón a la satisfacción de los usuarios del servicio. Acá se pueden identificar aspectos como reglamentaciones adicionales necesarias como las que tienen que ver con las características de los carriles exclusivos o mixtos de COLPASS, la revisión de la formula de remuneración de los Intermediadores, entre otros.
Mas allá de este trabajo publico privado desde el lado de los prestadores del servicio, el trabajo con los usuarios de las vías es fundamental para lograr la masificación de la que hablamos que de hecho, puede extenderse hacia otros servicios conexos que pueden beneficiar a los usuarios por ejemplo, servicio de parque electrónico interoperable.
Esta masificación debe empezar, por su impacto logístico y en los costos logísticos del transporte, así como por las implicaciones en el transporte de las personas por el territorio nacional en servicio público, por los transportadores de carga y pasajeros del país, para lo cual son aliados indiscutibles los gremios, generadores de carga, y los mismos propietarios de vehículos.
Aunque son muchos los aspectos de los que podemos hablar en ese proceso de implementación que son fundamentales para el éxito del servicio, un último aspecto que consideramos crucial es la claridad en los nuevos proyectos del país en que este sea un servicio obligatorio si no en todos los carriles de peaje, si en la mayoría de estos, mandándose así un claro mensaje de apoyo del gobierno al funcionamiento del sistema.
No olvidemos que los cambios tecnológicos, como cualquier otro cambio en los asuntos públicos, requiere de voluntad y acción política, y quizá es este un buen momento para que se den muestras en ese sentido, de tal forma que un gran logro que ha costado mucho esfuerzo a los gobierno precedentes, y que no tiene otro fundamento que una mejor experiencia y servicio a los usuarios de las vías y la consecución de las ventajas que mencionábamos, tenga sus frutos y se consolide como un logro del estado colombiano para sus ciudadanos.
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