El término gentrificación, es una palabra que viene de la sociología y describe un proceso socio-urbano, el cual un barrio es sucesivamente ocupado y modificado por la llegada de un grupo de gente de status económicamente más fuerte, es decir cuando en una barriada aparecen personas con más dinero y empiezan a ocupar el espacio y poco a poco expulsan a la misma comunidad. Esto es simplicado, también puede ser el blancamiento, la fragmentación, el aburguesimiento y la comercialización de este arrabal.
La transformación urbana que viene afectando algunas zonas en Cartagena de Indias, especialmente al barrio Getsemaní y al corregimiento de La Boquilla, que ha desplazado a muchos habitantes de estos dos sectores. Los turistas extranjeros vienen buscando esta maravillosa cultura que existe en Cartagena de Indias, pero el centro histórico parece perder la esencia de la ciudad, se ha convertido y en un futuro no muy lejano se transformará en una zona excluyente, exclusiva para los turistas y dueños de los predios ubicados en estos sectores turísticos.
A pocos metros de la Torre del Reloj, se encuentra Getsemaní símbolo de la libertad en Colombia, uno de los barrios más tradicionales y populares de la ciudad. Con el paso del tiempo Getsemaní no tendrá cabida para los olores, ni los sabores, ni para los sonidos estridentes de la Cartagena negra que construyó la historia de esta bella urbe.
Getsemaní es el cuarto barrio que hace parte de la ciudad amurallada, tiene 23 manzanas, incluyendo El Parque Centenario, tiene 1402 nativos, 19 calles, 83 hoteles, 3 hoteles por calle aproximadamente.
Un ejemplo palpable de gentrificacion, fue lo ocurrido en el barrio de San Diego, en donde toda la población nativa fue desplazada para darle el espacio a negocios como bares, restaurantes y hoteles.
Los nativos de estas dos zonas han tenido que vender sus propiedades por los altos costos de los servicios públicos domiciliarios, aumentos en los impuestos predial, de valorización y colocando a los pobladores de La Boquilla en los estratos 5, 6 y 7. Por el motivo anterior las tradiciones populares y autóctonas de estos dos sectores están condenadas a desaparecer por la voracidad de la especulación inmobiliaria. Este es un conflicto local que necesita esquemas proteccionistas abanderados por la Alcaldía Mayor de Cartagena y el Ministerio de Cultura. Es una lástima que Getsemaní por la gentrificación se convierta en un barrio fantasma, influenciado por culturas foráneas.
Razón tiene José Lebrero Stal, director del Museo Picasso de Málaga (España), cuando decía sobre la gentrificación lo siguiente: “ Los ciudadanos pueden acudir sin la suposición de que se les va a vender algo, si se tiene en cuenta que en nuestras ciudades cada vez estamos sometidos a los procesos de gentrificación del espacio público, a esas estrategias de marketing que convierten todo en mercancía”.
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