Uno de los puntos fundamentales que un inversionista debe atender al momento de comprar una empresa tiene que ver con la fuente de los recursos con los que realizará dicha compra. Para estos efectos, el inversionista deberá determinar cuál es la alternativa más conveniente dependiendo de sus condiciones particulares y del target que pretende adquirir.
¿Cuáles son las alternativas para financiar una transacción M&A?
Las dos fuentes principales de recursos para adquirir una compañía son equity y deuda. Una financiación por medio de equity se lleva a cabo con recursos propios del comprador, los cuales puede obtener mediante una típica emisión de acciones o inclusive a través de un simple pago en efectivo. Del otro lado se encuentra la financiación por medio de deuda, o los leverage buy-outs (“LBO”), bajo los cuales el target se compra con recursos de un tercero financiador y un aporte mínimo de equity.
¿Cuáles son las desventajas y ventajas de cada alternativa?
Las ventajas de financiar la compra de una empresa con equity son principalmente que no existe una obligación de repago de capital ni intereses, se mantiene un nivel menor de apalancamiento y no se afecta la calificación crediticia. Además, la compra con equity puede resultar económica si el valor de las acciones de la empresa del comprador es alto.
No obstante, el valor del capital generalmente es más costoso que el valor de la deuda y puede haber una dilución de la participación accionaria del comprador que emite las acciones para conseguir capital.
Por otra parte, los LBOs resultan siendo mucho más rentables, pues los compradores tienen la oportunidad de no destinar sus recursos a la compra de la empresa y de esa manera pueden utilizarlos para realizar inversiones adicionales y maximizar riqueza. Aún más, los intereses del crédito generalmente son deducibles del impuesto de renta, por lo que la deuda resulta siendo mucho más rentable y el comprador se gana la diferencia positiva entre el costo de dicha deuda y el costo de capital.
Sin embargo, los LBOs son mucho más riesgosos, ya que dependen de que el target mantenga flujos de caja estables para repagar la deuda y, por lo general, implican el otorgamiento de garantías sobre acciones y activos del target y la imposición de obligaciones por parte del financiador que limitan la flexibilidad para operar la compañía.
Finalmente, si el target cuenta con accionistas minoritarios, se pueden presentar problemas de agencia.
¿Cuál es la mejor alternativa para financiar la compra de una empresa?
Se puede generar mayor valor a largo plazo al financiar la adquisición con deuda y limitar la dilución de acciones. Sin embargo, un socio puede aportar un valor adicional e intangible a pesar de su costo. Por esta razón, es recomendable que los inversionistas obtengan ambos tipos de financiamiento y así podrán lograr adquisiciones altamente sinérgicas.
En conclusión, la mejor alternativa para financiar la compra de una empresa dependerá del inversionista, el cual tendrá que determinar qué le resulta mejor dependiendo de:
(i) sus necesidades de liquidez;
(ii) disposición a perder el control de la sociedad que emite el equity;
(iii) su nivel de aversión al riesgo; y
(iv) si el target cuenta con flujos de caja estables que permitan la viabilidad de un LBO.
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