La coyuntura económica y política actual a nivel nacional e internacional ha sido el principal protagonista en el último año en el mercado de M&A. La tormenta empezó con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania que, quitando lo reprochable y, entre otros efectos, incrementó el precio del gas en todo Europa y el precio de insumos agropecuarios en todo el mundo. El vaivén geopolítico afecto indicadores económicos y produjo un escenario de incertidumbre en todos los mercados financieros, generando que las transacciones de M&A en todo el mundo fueran las primeras en tener una pausa significativa.
Los fantasmas de recesión en Estados Unidos cobraron protagonismo con un aumento histórico en las cifras de inflación - llegando casi al 10% - y una política monetaria agresiva por parte de la Reserva Federal en materia de tasas de interés.
¿Cuáles han sido los efectos del panorama internacional en Colombia?
Sin duda Colombia no fue inmune a las diferentes dinámicas internacionales. No habíamos visto fluctuaciones en la tasa de cambio - de más de 700 pesos - como las que hemos visto en los últimos seis meses. Las recientes decisiones de la Reserva Federal, la incertidumbre del empresariado y el temor de recesión, entre otros, llevaron al Peso a niveles históricos de devaluación.
El efecto rebote ha llevado a Colombia a registrar, después de décadas, cifras históricas de inflación llegando a un tope del 13%. Las tasas de interés han sido protagonistas en los últimos seis meses registrando niveles inusuales tanto para la captación como para la colocación de créditos (haciendo, por ejemplo, la adquisición de vivienda, un imposible para la mayoría de los colombianos). La recién aprobada reforma tributaria no ha cobrado sus efectos (los veremos con cabeza fría con cifras de recaudo y el impacto que generen en el PIB hasta el próximo año). Las “movidas legislativas” con las reformas laboral, de salud y pensional serán sin duda un ingrediente adicional para el mercado de M&A en Colombia.
¿Cuál es el panorama que enfrenta el mercado de fusiones y adquisiciones en Colombia?
Sin perjuicio de todos estos ingredientes que han generado ya un decrecimiento significativo y generalizado en las transacciones de M&A, es hora de ver la tormenta como una oportunidad de llegar a esa certidumbre a la que “estábamos acostumbrados”. Sigo pensando que la, ojalá paulatina transición energética, hará de las transacciones en materia de energías renovables, protagonistas en los próximos años en el mercado colombiano.
El alivio, ojalá pronto, en tasas de interés traerá consigo un resurgimiento en el mercado inmobiliario. La devaluación del peso seguirá atrayendo al inversionista internacional averso al riesgo y los coletazos traerán una oportunidad en transacciones de activos en reestructuración. Estará en cada uno de nosotros ser más asertivos en la negociación de los contratos y tratar de ajustarlos a la realidad actual: los términos entre firma y cierre serán mucho más acotados respondiendo a las incertidumbres futuras y la negociación de obligaciones y cláusulas de salida cobrarán aun más importancia.
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