“Los delincuentes y los lavadores de activos se han sofisticado muchísimo en el tiempo”
Alberto Lozano, CIO de Infolaft, habló sobre las herramientas que viene implementando Colombia para luchar contra la corrupción
18 de abril de 2022Después de tres años como managing partner de Cavelier Abogados, Alberto Lozano se retiró para volver a Infolaft, una regtech enfocada en los sistemas de Sarlaft y Sagrilaft para que ayudar a las empresas a prevenir el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Explicando lo que viene para la compañía, el abogado dijo que la implementación del beneficiario final y la normativa de las personas expuestas políticamente serán fundamentales en la lucha contra la corrupción y anotó que los delincuentes se han sofisticado.
¿Por qué se retira de Cavelier para volver a Infolaft?
Cavelier es una firma que siempre he admirado mucho, especialmente por su aspecto de responsabilidad social empresarial, porque 70% de los ingresos se van a una asociación que se dedica a desarrollar el derecho en Colombia. El reto era transformar la firma, ya venía en ese proceso desde su directora anterior, Adriana Zapata, y asumí la última etapa. Culminando pasaron dos cosas: que el negocio que yo había empezado hace mucho tiempo, Infolaft, creció muchísimo; y que dentro del esquema que planteamos, el mismo rol del managing partner y el futuro de la firma debía enfocarse más a temas de propiedad intelectual, y el socio que lidere debe tener otra perspectiva, entonces era una consecuencia lógica.
¿Y qué hace Infolaft?
Empezamos como unos proveedores de Lista Clinton para prevenir el delito, pero las empresas necesitaban otras formas de detectar delincuentes, y creamos una manera de hacerlo basada, más que en el nombre de las personas, en su comportamiento, con patrones en pagos, fechas de compra o cambios en la razón social. Ahora, además, estamos trabajando en otros desarrollos para perfeccionar el sistema de alertas para las compañías.
¿Qué tipo de clientes los contratan?
Hoy en día la mayoría del sector financiero cuenta con nuestros servicios. Después empezamos con las multinacionales, porque muchas tenían como políticas de casa matriz evitar la corrupción, pero la Superintendencia de Sociedades sacó hace unos años una norma para que las empresas más grandes, y las de algunos sectores específicos, tengan estos sistemas, y ha pasado desapercibido que, desde el 31 de mayo, todas las compañías importantes y las de los sectores de riesgo tienen que tener un sistema anticorrupción, el Programa de Transparencia y Ética Empresarial (Ptee).
¿Qué tan efectivas son las normas colombianas para prevenir la corrupción?
El gobierno ahora tiene unas normas para la corrupción interna, que incluyen cosas muy difíciles de hacer, y por tanto su efectividad es limitada y se va a demorar, pero una de ellas es conocer el beneficiario final.
En los casos de corrupción, los periodistas encuentran qué contratistas sancionados están detrás de una empresa, y ahora las compañías van a tener que preguntar; no quedarse con el nombre de la SAS o la unión temporal, sino averiguar quién está detrás. Otra cosa que tendrán que hacer es cruzar con una lista de personas expuestas políticamente (PEP). Con esas dos medidas vamos a hacer mucho, pero para que eso sea efectivo el gobierno ha pedido que haya tecnología y que usen algo de estadística y metodologías, para detectar transacciones sospechosas.
Hay esquemas societarios complejos que no están ligados a temas ilegales. ¿Cómo diferenciarlos?
Hay que mirar cuándo fueron constituidas las estructuras, la cercanía geográfica y el tipo de gente que las rodea. Por ejemplo, las que fueron constituidas en los 80 obedecen generalmente a razones cambiarias, tributarias o de seguridad, y hoy en día han evolucionado y cumplen las normas de las autoridades. Las que preocupan son las de personas que, en los últimos 12 meses, montaron estructuras que pasan por tres paraísos fiscales y no tienen explicación.
También, hay jurisdicciones lógicas por cercanía; por ejemplo, los argentinos van a Uruguay y los colombianos a Panamá o Delaware, pero si van hasta las Islas de Man, es más difícil de entender. Y hay que ver, dentro de las jurisdicciones, cosas como qué contadores, revisores fiscales y abogados usa, y en qué industria está, para entender el cuadro completo.
¿Qué tanto se han sofisticado los delincuentes y lavadores de activos en el tiempo?
La gente sigue creyendo, como en las novelas, que los lavadores son básicos y se reconocen a ojo, pero lo cierto es que se han sofisticado muchísimo y no son bobos, y además mandan a alguien que tiene cara, se viste y habla como buen cliente, y son expertos en manipular. Por eso no hay que ver la facha sino los papeles, las listas y otras cosas. Son tan sofisticados que a veces no se molestan en montar empresas, sino compran alguna que tenía buena reputación, para usar la cuenta bancaria y buena reputación para lavar. Hay otros que son muy sofisticados falsificando documentos, páginas web y reseñas en Wikipedia, como el estafador de Tinder.
Hay que estar preparados para que la mitad de la energía se vaya en prevenir el riesgo, y la otra mitad para cuando este se materialice, para colaborar con las autoridades y mostrar que hubo buena fe, y ahí es importante lo que se hizo al principio, porque nadie está 100% blindado.
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