Nuestro objetivo es sembrar paz en todo el territorio y ser protagonistas del posconflicto, que se vive ahora mismo en las regiones.
En el campo se ha vivido con intensidad, durante los últimos 50 años, la confrontación armada y allí está, precisamente, la llave de la reconciliación.
También es en el campo donde se vive con mayor rigor la pobreza extrema, que es tres veces más profunda que en las ciudades. Superar definitivamente la guerra pasa por eliminar la pobreza y darle un nuevo destino de oportunidades y bienestar a los habitantes del campo.
La violencia ha sido el principal obstáculo al desarrollo regional. Por fortuna, cada día hay más optimismo en que pronto llegarán los acuerdos de paz en La Habana y se cerrará esa página de nuestra historia.
Cuando los acuerdos lleguen, nos podremos concentrar en el aprovechamiento de las múltiples ventajas competitivas y comparativas del país, y, en especial, de nuestras regiones.
El Cauca está en corazón de las prioridades del Gobierno Nacional. Mi compromiso es trabajar, de la mano del Presidente Santos, en la articulación del Estado para superar los problemas y las amenazas al desarrollo rural.
La rica diversidad étnica, climática; el empuje de su dirigencia y sus comunidades, de sus empresarios y campesinos; y su privilegiada posición geográfica, hacen del Cauca un departamento modelo para beneficiarse del posconflicto; para demostrar que la paz se escribe con creatividad, tenacidad y coraje de la gente que sufre, ama y vive el campo, porque sabe el valor ancestral de la tierra y la armonía con el medio ambiente.
El Cauca es protagonista de la paz y se está preparando para gozar a plenitud su rico potencial agrícola.
El objetivo del Ministerio de Agricultura es ser aliado de las comunidades campesinas, indígenas y afros, y trabajar con los gremios, autoridades locales y departamentales para cumplir el más ambicioso programa agrícola pensando en muchos años.
El tiempo del campo es ahora y lo estamos construyendo entre todos. Así lo acordamos, precisamente, la semana pasada en un encuentro con los líderes del departamento que ratificó el espíritu de diálogo y concentración de las políticas públicas con las regiones. Una tarea que se replica a diario en Colombia.
El Cauca está dando ejemplo de cómo construir una política agraria de la mano del Gobierno Nacional. Al igual que en el resto del país, allí se vive hoy con profunda esperanza el renacer del campo. Una misión que nos convoca a todos.
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