De abogado a socio: así se llega a la cima en diez años según expertos en el negocio
Estudios, compromiso y una cartera propia son las claves para conseguir ser nuevo socio de un despacho
27 de junio de 2019Mostrar compromiso con los valores de la firma, cursar un máster legal en el extranjero y contar con una cartera propia de clientes son los elementos más valorados para entrar en la sociatura de un despacho de abogados.
La mayoría de los abogados comparte un sueño cuando cruza las puertas de un bufete por primera vez: alcanzar la sociatura. De esto, y de cumplirlo, puede dar testimonio David López, socio de fiscal de Uría Menéndez. "Ha sido un camino exigente y lleno de retos y emociones; hay momentos complicados, pero muchas alegrías", comenta López sobre el recorrido que lo llevó a alcanzar la cima de uno de los tres mayores despachos del país.
Como en Uría Menéndez, la mayor parte de las grandes firmas del sector tienen establecido un plan de carrera que conocen todos y cada uno de sus profesionales y que está dividido en diferentes etapas. La última de ellas es la que va de asociado a socio y puede durar entre tres y siete años, ya que es la más compleja. Para alcanzar el último escalón en la cadena jerárquica de los despachos hay que rozar la excelencia en la resolución de casos difíciles con clientes y que los valores personales encajen como un guante en los de la firma que representa.
Sin embargo, los méritos a demostrar para pasar de asociado a socio varían en los despachos, sobre todo si se trata de un bufete nacional o internacional.
En este sentido, el modelo clásico español lo representan Garrigues y Uría Menéndez. Ambos despachos, además de compartir los primeros puestos año tras año en el ránking de facturación, cuentan con un planes de carrera similares.
Garrigues, la firma presidida por Fernando Vives, dispone de una estrategia de desarrollo divida en cinco niveles: júnior, asociado, asociado sénior, asociado principal y socio.
Para ir superando cada una de las etapas -un periodo total de doce años- todos los profesionales se someten a un proceso de evaluación basado en los méritos personales. En la recta final para alcanzar la sociatura, que dura unos dos años, se valora, por encima de todo, la trayectoria en el despacho, el compromiso con la firma y la calidad técnica del abogado.
Progresión
Por su parte, el plan de carrera en Uría Menéndez es un conjunto de reglas generales, públicas y transparentes, en el que sus abogados tienen que superar seis etapas diferentes. La progresión, como sucede en Garrigues, se basa en una evaluación anual de cada letrado, adaptada a los diferentes estatus, y en un proceso de nombramientos que se da cuando se alcanzan las tres últimas etapas, es decir, para el paso a las categorías de asociado sénior, asociado principal y socio.
En el último periodo, que dura unos tres años, los asociados sénior se embarcan en un programa de formación en Esade que refuerza no sólo los conocimientos jurídicos, sino también importantes habilidades, como el liderazgo, la gestión del tiempo, la dirección de equipos y el desarrollo de negocio.
Al igual que sucede en Uría Menéndez, Pérez-Llorca cuenta con un reglamento interno en el que se recogen los requisitos que deben cumplir los candidatos para acceder a esta condición, que incluye la emisión de informes y la adopción de acuerdos por diferentes órganos internos.
Y es que, a partir de una determinada categoría, el progreso de sus abogados se monitoriza desde recursos humanos con un comité interno ad hoc, con el objetivo de conocer y potenciar sus capacidades y su proyección de futuro. Para ello, se les estimula para que vayan configurando su propio plan de negocio, un elemento que Pérez-Llorca comparte con las firmas de servicios profesionales.
Así, en EY Abogados todos los empleados que aspiren a ser parte de la sociatura deben presentar un business case para su promoción. El paso de asociado a socio es el más longevo, dura unos siete años, y se recoge en unos estatutos que valoran especialmente cuatro habilidades: sociales, de liderazgo, capacidad para identificar las necesidades del cliente y la gestión de equipos.
Modelo anglosajón
Sin embargo, los documentos reglados no sólo son un elemento común entre las Big Four y los bufetes españoles. La carrera profesional en Baker McKenzie viene determinada por el Lawyer Development Framework, un marco de competencias global estructurado en cinco categorías y con un periodo de diez años de duración.
Si bien el salto entre las categorías de asociado júnior y director de equipo es, en cierto modo, automático, para pasar a socio es necesario elaborar un plan de negocio relevante para la firma y dominar todos los ámbitos competenciales: liderazgo inclusivo, gestión de proyectos y un profundo bagage en mercados financieros, conocimientos legales e industriales especializados y servicio al cliente.
El modelo de Linklaters está estructurado en cinco fases y tiene una duración superior a diez años. Sin embargo, la decisión de que un abogado alcance la sociatura se toma de un modo mucho más coral en el despacho británico.
Así, cada candidato es propuesto por su oficina. En la candidatura se analiza la viabilidad y justificación económica del nombramiento, las cualidades personales y profesionales y su desempeño en la firma hasta el momento. Tras esto, el aspirante es entrevistado por un panel de socios de distintas oficinas. Finalmente, la información recabada se envía al consejo global, donde hay socios de todas las áreas y países.
Desarrollo de carrera
Gonzalo Valencia, socio de mercantil de Garrigues: "Lo más difícil es la gestión del tiempo". Apasionante y exigente. Con estas dos palabras define Gonzalo Valencia, socio de mercantil de Garrigues, la abogacía. Y da tres claves en el camino del éxito durante su etapa profesional hasta llegar a socio. "Primero, la capacidad de aprender cada día en los primeros años. Segundo, la empatía, saber que con tu trabajo ayudas a un equipo en el que hay muchos abogados que están igual o más cargados de trabajo y preocupaciones que tú, y tercero, la eficiencia". Por otro lado, Valencia asegura que en una profesión en la que la excelencia y la atención al cliente es la prioridad, lo más complicado es "la gestión del tiempo para el cumplimiento de los plazos".
Lara Hemzaoui, socia de Linklaters:"Ser socio depende de factores que no controlas". Constancia, responsabilidad, búsqueda de la excelencia y proactividad. Estos son los cuatro elementos que, según Lara Hemzaoui, debe tener todo abogado que quiera llegar a socio. Sin embargo, la letrada no cree que exista una fórmula mágica que garantice el éxito, más cuando "alcanzar la sociatura en un despacho depende de muchos factores, algunos de los cuales no controla completamente el abogado". Hemzaoui recuerda su primer año como socia como "el más difícil por el cambio de mentalidad". En el lado personal, se queda con las relaciones de amistad que ha creado "tanto con compañeros como con clientes a lo largo de los años".
Ander Valverde, socio de banca y finanzas de Pérez-Llorca."No sientes que hayas sacrificado algo". Ander Valverde, socio de banca y finanzas en Pérez-Llorca, se incorporó al despacho en 2010, tras cursar un máster en Estados Unidos. "Fui nombrado socio en 2017, con 33 años", explica Valverde, que en este periodo de siete años no tiene la sensación de haber dejado nada por hacer. "Si te apasiona lo que haces, no sientes que hayas sacrificado algo en el camino. Al contrario, es gratificante". Lo más complicado para el socio fue hacerse un hueco entre profesionales de otros despachos con más experiencia, "que llevan más tiempo que tú, teniendo menos de 35 años. Debes destacar, poner todo lo que eres en lo mínimo que hagas y ratificar tu solvencia".
Ana Royuela, socia de fiscal de Baker McKenzie:"El uno mismo pasa a un tercer plano". "No es un camino sencillo y hay que reconocer que en la actualidad se alarga". Con esta rotundidad define Ana Royuela, socia de fiscal de Baker McKenzie, su trayectoria hasta la sociatura del despacho estadounidense. Royuela, sin embargo, afirma tener muy definidas sus prioridades. "Siempre he tenido muy claro que la familia era lo primero y que no antepondría la carrera profesional a la familia. Así que el uno mismo pasa a un tercer plano", explica la letrada, que señala el equilibrio como la clave de su carrera. Para Royuela, lo más agradable de su posición es el trabajo en equipo y lo más complicado "la gestión del tiempo".
David López Pombo, socio de fiscal de Uría Menéndez: "El aprendizaje te hace mejor persona". Si de algo tienen fama los abogadas es de pasar muchas horas en su despacho. Una afirmación de la que no rehuye David López, socio de fiscal de Uría Menéndez. "A esta profesión hay que dedicarle tiempo; eso supone quitar tiempo a tu vida familiar y cultural". Dicho esto, el profesional señala que ha sabido compaginar las dos esferas y que una de las mejores cosas que tiene su profesión es el aprendizaje continuo, que según sus palabras "te hace mejor persona". López considera que no existe una receta del éxito para llegar a la sociatura de un despacho, pero tiene claro que "hay que ser empático y solidario, no sólo con tu cliente, sino también con la contraparte".
Sonia Díaz, socia de transacciones fiscales de EY Abogados: "Hay que sacar partido hasta de la competencia". Para Sonia Díaz, socia de transacciones fiscales en EY Abogados, el camino hasta la sociatura de la firma de servicios profesionales ha sido sencillo. "Siempre he disfrutado mucho con mi trabajo y es ahora cuando puedo ver la magnitud de mi evolución", comenta una abogada que es capaz de aprovechar todos los elementos que rodean a su profesión. "He llegado a la conclusión de que es igual de importante sacar partido a las cualidades naturales que tiene cada uno como a la relación con clientes, colegas, superiores e, incluso, con miembros de la competencia", explica Díaz, que añade el esfuerzo, la actitud positiva y la perseverancia en su día a día en la profesión.
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