"Los proveedores de plataformas del exterior podrían salir del marcado por altos costos"

El proyecto de reforma tributaria, presentado por el Ministerio de Hacienda, incluye varios cambios que tendrán un impacto significativo en diversos sectores, como las plataformas digitales, que podrían buscar nuevos horizontes fuera del país por los altos costos de operación, según explicó Ciro Meza, socio de Tributario de Baker McKenzie.

¿Qué les espera a las plataformas digitales como Netflix con la reforma tributaria propuesta por el Gobierno?

Todas las entidades del exterior, no solo las plataformas del exterior, estarían gravadas en Colombia con el impuesto sobre la renta con el simple hecho de obtener ingresos brutos por venta de bienes y servicios; o tener interacción con 300.000 o más usuarios colombianos durante el año gravable; o utilizar un sitio web colombiano. La norma propuesta, aunque poco clara, implica que estas compañías o personas extranjeras tributen en Colombia sobre sus ingresos de fuente colombiana atribuible a la presencia significativa en Colombia. La tarifa aplicable será del 35%.

Tampoco queda del todo claro si dichas entidades o personas extranjeras podrán tomar como deducción costos y gastos incurridos en el exterior, pues existen actualmente limitaciones a dichas deducciones, las cuales no fueron tenidas en cuenta por el Gobierno. Esto implicaría que la tributación de las entidades extranjeras, incluidas las plataformas, tengan una carga tributaria significativamente más alta de la que tendría un negocio colombiano y, por ende, una inequidad inaceptable.

¿Cuál es el futuro de las plataformas digitales en Colombia?

Si la propuesta se llega implementar tal cual como está, existen dos posibilidades: el incremento sustancial de este tipo de bienes y servicios, lo cual recaerá en los usuarios y proveedores colombianos cuyos insumos principales son los servicios digitales. Y, por otro lado, los proveedores del exterior podrían salir del mercado colombiano, por el alto costo de operación e impuestos.

En uno de cada tres hogares del país hay una aplicación para consumir contenidos audiovisuales ¿Cuál puede ser el impacto para los consumidores?

Como explicaba anteriormente, lo más seguro es que los precios incrementen sustancialmente. Se ha convertido en una práctica de mercado transferir los costos de algunas medidas unilaterales, como los impuestos sobre servicios digitales, y esperaríamos que las empresas intenten trasladar los costos de las medidas PES también a los colombianos.

Los mayores costos para los clientes colombianos como resultado de las disposiciones PES irían en contra de los objetivos establecidos por el gobierno colombiano para reducir la pobreza y la desigualdad de ingresos, garantizando la cobertura de las necesidades básicas y promoviendo la movilidad social.

Es probable que las empresas colombianas sufran mayores costos para acceder a los servicios digitales básicos, lo que afectará su capacidad para continuar siendo competitivos y hacer crecer sus negocios y crear empleos.

De manera similar, es probable que los consumidores colombianos enfrenten mayores costos y cargas adicionales para acceder a los servicios digitales cotidianos.

¿Puede hablarse de que está en riesgo la presencia en el país de plataformas de contenido audiovisual como Netflix?

Sí, definitivamente. Si el negocio no es rentable, se somete a una tributación excesivamente alta, e incluso genera riesgo de doble imposición, existe una probabilidad de que las entidades del exterior generen resistencia hacia el mercado colombiano.

¿Cuáles son los principales retos de la reforma en este tipo de plataformas?

La reforma debe reflejar una posición balanceada entre las tendencias internacionales, los compromisos de Colombia frente a la Ocde y las necesidades de incrementar el recaudo. Además, debe hacerse un esfuerzo consiente que permita la producción de normas claras, aplicables y que no generan incertidumbres o zonas grises. La propuesta planteada por el gobierno parecería no reflejar los propósitos anteriores y, por el contrario, es confusa y tiene el potencial de generar cargas tributarias sobredimensionadas.

La propuesta debería ser modificada de tal forma que sea equitativa y justa y no promulgue la doble tributación. Además en el entorno internacional en el que vivimos también debe evaluarse si los impuestos que debe imponer el país generan riesgo de doble imposición puesto que existirían jurisdicciones en las que los mismos no serían acreditables. Desde luego, esto desestimulo a participar en el mercado Colombiano.

Además queda en duda la posición de Colombia sobre los Pilares 1 y 2 propuesta por la OECD así como su compromiso a nivel internacional. Colombia, además de ser parte del Comité del Marco Inclusivo de OECD, ha firmado declaraciones donde afirma que no implementará medidas como las que propone el nuevo Gobierno.

Aunque las multinacionales extranjeras son conscientes que deben pagar impuestos en las jurisdicciones donde cuentan con alto nivel de consumidores, consideran que dichos impuestos deben ser justos y equitativos, y sobre todo, que no lleven a la doble tributación. Por ello los esfuerzos de la OECD en materia de economía digital, los cuales Colombia ha apoyado fehacientemente.

El reto es lograr una medida que no vaya en contra con dichos esfuerzos internacionales, pero que recaudo justo y equitativo.