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Actualidad

"No hay posibilidad de que el 'Clan Úsuga' tenga un trato político": Fiscal encargado

10 de abril de 2016

Colprensa


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Perdomo, quien el encargo el pasado 29 de marzo, reveló que abogados y emisarios de otro tipo de los cabecillas del ‘Clan Úsuga’ han hecho acercamientos al ente acusador, pero que no han prosperado, dado que la Fiscalía ha fijado que los integrantes de la banda criminal deben ser juzgados en el sistema penal ordinario, descartando cualquier posibilidad de que comparezcan en una justicia transicional.  

El funcionario también explicó que clasificar a las bandas criminales, como paramilitares es una “imprecisión”, dado que la Fiscalía y la Policía han determinado que esas organizaciones están dedicadas principalmente al tráfico de droga.  

- ¿Cuál es la lectura de la Fiscalía del reciente paro armado llevado a cabo por el ‘Clan Úsuga’ y de la fuerza que ha alcanzado ese grupo?
Mi lectura es sencilla: esta banda criminal surge cuando los paramilitares se desmovilizaron; entonces, Vicente Castaño no tenía claridad si ese proceso iba a salir adelante, por eso le dijo al ‘Bloque Centauros’ que se quedara a la retaguardia, porque se dio cuenta que los bastiones paramilitares estaban siendo cooptados por otros grupos  delincuenciales, por ejemplo ‘Los Rastrojos’, del norte del Valle; iban a lugares de donde los paramilitares se habían ido, para captar sus negocios ilícitos. En 2007 Vicente Castaño cito una reunión de los bloques, pero fue asesinado; la reunión se hizo, se rearmaron y pusieron a ‘Don Mario’ a la cabeza, después él es capturado, y asume alias ‘Geovanny’ (Juan de Dios Úsuga); luego él es abatido y asume su hermano, Dairo. Cada vez que matan o capturan a un cabecilla de la organización, declaran paro armado, como ocurrió ahora por Jairo Durango Restrepo, alias 'Guagua'.

- ¿Cómo clasifica la fiscalía al ‘Clan Úsuga’?
Esta es una organización delictiva dedicada principalmente al narcotráfico, que no tiene una estructura tradicional, sino que funciona con redes de apoyo que subcontratan personas para la delincuencia; por ejemplo, los sicarios en Santa Marta no son integrantes directos del ‘Clan Úsuga’, pero son personas que hacen parte de una política de control de la droga.

- ¿Se pueden clasificar como un grupo al margen de la ley con inclinación política?
Este grupo no tiene una filosofía política. Para la Fiscalía, el ‘Clan Úsuga’ sigue siendo una banda narcotraficante, al margen de que en algunas regiones manejen trata de personas, comercio de armas, extorsiones, microtráfico y muchas otras formas de delincuencia.

- ¿Los abogados de ‘Otoniel’ se han comunicado con la Fiscalía, para su entrega?
A la Fiscalía han llegado abogados y emisarios que dicen que se quiere someter, pero lo plantean en término de negociación y la Fiscalía tiene muy claro que no va a negociar, ni está pensado en una desmovilización. Con estas organizaciones delincuenciales solo puede haber sometimiento, bajo las leyes generales del código de procedimiento penal, nada de justicia transicional.

- ¿Se puede hablar de un resurgimiento del paramilitarismo en el país, con estos grupos?
Tenemos claro que todo lo que está pasando con las bandas criminales, ocurre por la situación que atraviesa el país, en el marco de las negociaciones con las FARC. No niego que algunas de estas organizaciones tengan exparamilitares en sus filas, incluso ‘Otoniel’ no empezó siendo paramilitar, sino guerrillero del EPL (Ejército Popular de Liberación), por eso en algunas comunicaciones salen con discursos ideológicos, como queriendo meterle política, pero es claro que estas organizaciones no corresponden a lo que entendimos antes como paramilitarismo. Cuando se dice que volvió a aparecer este flagelo, creo que es impreciso, aquí hay organizaciones con integrantes que pertenecieron a los paramilitares, pero que ahora solo se pueden enmarcar dentro de la delincuencia organizada.

- ¿Pero los recientes asesinatos de defensores de derechos humanos fueron cometidos por integrantes de las bandas criminales o por paramilitares? 
Frente al tema de los defensores de derechos humanos, estamos estableciendo si hay algún patrón y, hasta ahora, no se ha determinado. Este año se han reportado doce homicidios de este tipo; la Fiscalía ha establecido que los asesinatos están ocurriendo y que pueden ser atribuibles a diferentes grupos delincuenciales. No estoy diciendo que las bandas criminales no estén haciendo persecución a los defensores, lo que pasa es que eso tampoco los haría paramilitares. Para enmarcarlos así, habría que analizar el inicio de los paramilitares, como autodefensas en respuesta a los grupos guerrilleros.

- Esas y otras noticias recientes revelan un panorama muy complejo para la lucha contra el crimen organizado. ¿Qué hace la Fiscalía para enfrentar esa realidad?
Desde hace ya muchos años el crimen en Colombia y en el mundo cambió radicalmente: los protagonistas dejaron de ser individuos y pasaron a ser las organizaciones, con orígenes y tamaños diversos. Hoy son las grandes generadoras de la delincuencia. Pese a esos cambios, los modelos de persecución tradicional no habían sido reformados para responder adecuadamente. Este objetivo hace parte de una política pública en la que la Fiscalía es fundamental. La Fiscalía está preparada para afrontar los desafíos actuales, porque llevamos más de cuatro años luchando de manera frontal y total contra el crimen organizado, a partir de un enfoque holístico y proactivo. Esto significa que hoy la Fiscalía cuenta con planes de investigación estructurados que le permiten establecer, no solo las conexiones entre distintos hechos y determinar roles específicos de las personas en las estructuras delincuenciales, sino también atacar sus finanzas y recursos. El punto de partida fue la identificación y caracterización de las organizaciones. Al inicio del 2012 identificamos 35 grandes estructuras, mientras que hoy solo quedan tres. Tenemos mapeado y analizado el crimen organizado en 350 municipios. Gracias a ello, contamos con más de 10.000 imputaciones en grandes organizaciones y 7000 sentencias condenatorias. Los resultados son igualmente buenos en cuanto a las organizaciones pequeñas, como combos y bandas locales. Es cierto que los retos son inmensos, pero los resultados también lo son. Vamos por buen camino.

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