16 de septiembre de 2024
Suscribirse


16 de septiembre de 2024
Suscribirse
OPINIÓN

Huevo de pascua

06 de abril de 2015

Canal de noticias de Asuntos Legales

Esa sensación multiplicada por 10, es la que sentimos la mayoría de habitantes de Bogotá está semana que pasó, cuando la penosa administración distrital socializó un misterioso reporte de “logros” que más que conveniente para sí mismo, se convirtió en objeto de burla y tristeza para los que aún creemos que Bogotá podría recuperarse del fango.

El informe denominado “la política del amor” empieza con una única verdad incuestionable de un Gustavo Petro fungiendo de presentador, diciendo: “yo hoy no debería estar aquí; hace un año no estuve…”. Esa frase es quizá la única que el burgomaestre ha dirigido por primera vez a 70% de oposición radical que tiene en la capital y que reprueba con argumentos y cifras reales la ineficacia e inoperancia de su administración.

“La ciudadanía es la dueña del poder; soy un mandatario, usted es el mandante”. Fue la siguiente frase que lanzó a los escasos 88 segundos cuando ya empezaba a mentir con su acostumbrada actitud. 

A partir de ahí y entre cada diapositiva adornada por la espectacularidad de tres pantallas de cristal; el discurso que a ratos intentó ser conmovedor involucrando a madres cabeza de hogar, niños y ciudadanos “desprevenidos”, se destrozó notablemente con extrañas cifras que no corresponden con la realidad que vivimos y percibimos cerca de 7 millones de bogotanos inconformes con su actuación.

“La Salud como Derecho” ; “Educación de Calidad”; “El Agua como Derecho”; “Bogotá la ciudad más prospera de Colombia”; “Disminución en la violencia”; “Cambia el modelo de CIUDAD”; “Mejoramiento integral de Barrios”; “Mejoras en la educación pública”; “Excelencia en infraestructura”; “Red de Metro Ligero y Primera Línea del Metro” y otra retahíla de inconsistencias algo descaradas, son las que penosamente hacen presencia en los cerca de 65 minutos en que Gustavo se rió en la cara ingenua del electorado capital.

El objeto de este escrito, por lo menos en esta ocasión, no será mencionar una a una las cosas que Gustavo Petro ha dejado de hacer en Bogotá y en las cuales ha fallado casi de forma condenable. La verdad absoluta y luego de una semana de reflexión profunda es que lo más molesto no es la ineficiencia en sí, lo más frustrante no es la inoperancia de su administración, lo más cuestionable no es la terquedad de sus argumentos; lo más condenable sin duda, es que se reúnan esos tres factores y se mienta de forma descarada a una ciudadanía que por percepción, por vivencia diaria y por conocimiento, padece en carne propia, las actuaciones incendiarias de quien posiblemente aspire a un cargo superior con evidentes y frustrantes desenlaces.  

La otra Bogotá, la que evidentemente no está incluida en ese informe digno de Premio Oscar por “mejor película de ciencia ficción” y “sexto mejor actor del planeta”, pero que paga impuestos, transita por las calles, inyecta el 83% del PIB capitalino, fomenta de alguna forma el índice de algunas de esas cifras del cual el Alcalde se regocija; comete un error aún más grande cuando se disgrega entre varios candidatos que con criterios parecidos podrían organizar una coalición estructurada en los varios segmentos con deficiencia que tiene la capital colombiana.

El PPP, (de mi total autoría por cierto) Pardo, Pacho o Peñalosa, podría convertirse en una opción decente para extirpar la grave crisis que dejó la “Bogotá sin Indiferencia”, “Bogotá Positiva” y “Bogotá Humana” de tres Gobernantes a los que ojalá el peso de la historia, por no invocar a nuestra débil justicia, les pase una enorme cuenta de cobro por la excesiva ineficacia, inoperancia y efectividad; esa última, a la hora de destrozar una de las ciudades históricas más importantes del planeta.

¿Quiere publicar su edicto en línea?

Solo envíe su Edicto o Aviso de Ley, y recibirá la información para su publicación
Comprar ahora
Contáctenos vía WhatsApp

ÚLTIMA EDICIÓN IMPRESA